En las próximas horas, la famosa cantante realizará una solicitud para recuperar su autonomía. Argumenta que la tutoría de su padre es excesiva.
Fue en 2014 cuando Britney Spears, de 39 años, en algún momento denominada Princesa del Pop, dijo basta y pidió que su padre Jamie Spears dejara el rol como tutor legal que cumple desde 2008, durante un periodo marcado por el comportamiento errático de la cantante, quien debió ser ingresada en un psiquiátrico y además perdió la custodia de sus hijos.
Para ello, según informó The New York Times (NYT), la cantante invocó sus problemas con el alcohol y un control excesivo de su parte.
En la publicación del diario se pueden observar, además, una serie de informes judiciales inéditos apenas unas horas antes de que la cantante estadounidense comparezca este miércoles ante un juzgado de Los Ángeles, momento en el que se decidirá el futuro de la figura legal.
En la ocasión, Britney se comunicará con la jueza Brenda J. Penny a través de una videollamada. Antes, lo hizo en marzo de 2019, pero esa vez su testimonio fue privado.
Miedo a su padre
En 2014, Samuel Ingham, abogado de Britney Spears, confirmó que su clienta quería sacar completamente de la tutela a su padre. De hecho, las palabras que ocupó fue que ella tenía "miedo de su padre", actual administrador de todos sus bienes.
Apenas dos años más tarde, otro informe aseguró que la cantante sentía que la tutela a cargo de su padre se había convertido "en una herramienta opresiva y controladora en su contra". Que el sistema tenía "demasiado, demasiado control".
Otra de las revelaciones que publicó el reportaje del NYT es la llamativa suma de dinero que recibía Britney. Semanalmente percibía unos 2.000 dólares, cuando sin embargo era protagonista de un espectáculo en Las Vegas que vendía millones en entradas. Actualmente la fortuna de la estrella pop se calcula en 60 millones de dólares.
Un detalle que destaca el diario para dar a conocer la influencia y el control de Jamie Spears durante su tutela es que le prohibió a su hija remodelar su cocina, porque consideró que era algo demasiado costoso.
Otro punto es que Britney, varias veces a la semana, era sometida a pruebas de detección de drogas. De allí se explica el medio, dicen en el reportaje: ante cualquier error, las consecuencias eran duras.
Cabe destacar que a principios de año, la corte judicial determinó que el padre no será el único tutor legal y deberá compartir todas las decisiones con un fondo de inversión elegido por la cantante.
De cara al litigio, la abogada del padre de la cantante, Vivian Lee Thoreen, en cambio sostuvo que su voluntad es acabar con la tutela legal, pero cuando se den las condiciones.
"Britney sabe que su papá la ama, y que él estará siempre", dijo.