Camila Andrade aseguró que recibió amenazas de muerte tras escándalo con Kaminsky y Carla Jara: “Me incitaban a que me matara”

La periodista se sinceró sobre las consecuencias del triángulo amoroso que vivió a principios de año.

Camila Andrade es una de las invitadas al capítulo de este viernes de Podemos Hablar, donde reveló que fue víctima de amenazas de muerte tras el triángulo amoroso que protagonizó junto a Francisco Kaminsky y Carla Jara.

De acuerdo a la periodista dicha polémica “cambió mi vida”. “Fue un cambio radical. Fue un antes y un después”, reconoció.

“A través de mis redes sociales (recibí amenazas de muerte). Diciéndome que no me aparezca en distintos lugares, si no, me iban a matar”, reveló.

“Esas amenazas, básicamente, como no digas donde vas a estar, te vamos a matar, o si no, ellos me incitaban a que yo me matara, a que yo me suicidara, a que me matara en mi departamento”, añadió también.

El acoso

De acuerdo a su relato, también se manipularon fotos e hicieron gráficas con su imagen. ”Lo que más me afectó, fue encontrar una foto mía en el Servicio Médico Legal, una foto mía afuera de mi departamento, con una bajada que decía: ‘Camila fue encontrada muerta en el domicilio de su departamento’”, recordó.

“Julio, tú puedes leer lo que quieras, que digan verdades, que exacerben una verdad o alguien diga una opinión, pero verme en esa situación, verme en una noticia muerta...”, prosiguió.

“Una amiga se encontró con la noticia antes de que yo avisara y me llamo a mi celular 2 o 3 veces y no contesté porque estaba muy afectada ese domingo, y yo la llamo de vuelta y me acuerdo de que fue puro llanto”, dijo.

“Yo me quise evitar esta situación con mi familia y por eso los llamé antes, para que estuvieran tranquilos. Yo tengo mi familia dividida en Santiago y Concepción”, agregó.

De acuerdo a Camila, ese primer periodo decidió alejarse de todo y no salir. “Me sirvió para resguárdame en mi lugar seguro, me sentía muy frágil como para recibir un ataque personal. Me guardé un tiempito”, aseveró.

Después vinieron las entrevistas de los demás involucrados, donde aseguró que se sintió como si estuviera “desnuda en una plaza pública”. “Así me sentí. Con los brazos abiertos, tirándome dardos. Así me sentía y eso fue desproporcionado”, dijo.

COMPARTIR NOTA