Durante una nueva transmisión de Desde mi cocina con la Nené, el conductor entregó detalles sobre la angustiante situación que enfrentó con una de sus retoñas.
Una complicada situación vivió José Miguel Viñuela con su hija Elisa el día de ayer, luego de que la pequeña sufriera un fuerte accidente.
Durante la transmisión de este miércoles de Desde mi cocina con la Nené, el conductor de TV+ relató su angustia por lo que ocurrió mientras estaba jugando con sus dos hijas.
“Nene, ayer fue un día muy especial, lo tenemos que decir. Te tocó una noche dura. Tuvimos un pequeño accidente casero, tenemos que decirlo, un accidente estúpido. Fue una estupidez, y fue de mi parte, sí, lo reconozco. Quedé con sentimiento de culpa de hecho”, partió contando Viñuela.
Asimismo, relató a sus seguidores cómo ocurrió el angustiante accidente con su hija de dos años.
“Siempre juego con las niñitas. Con la Clara y la Elisa, jugamos al monstruo; vienen, yo me escondo y salgo haciendo (gruñidos), y se arrancan”, explicó.
En esa misma línea, agregó. “Ayer, entre toda esta jugada del monstruo (...), viene la Elisa caminando y yo hago eso y ella se tropieza, y con la nariz directo a una de las mesas de centro del living. Casi me muero, quedé con culpa toda la tarde”.
Le pusieron puntos a la niña
Tras el accidente, Viñuela contó que él se quedó con sus otros hijos mientras que su esposa, Constanza Lira, y Nené partieron a la clínica con la niña.
“Le tuvieron que hacer puntos para que no quede la cicatriz, bueno, un cortecito que se pegó en la nariz. Afortunadamente bien, ya el martes le podemos sacar los puntos, o el lunes”, aseguró.
El conductor confesó entonces que se sintió bastante mal tras el accidente que sufrió su hija, pero que sus hijos lo intentaron alegrar al verlo triste.
“Quede con tanto sentimiento de culpa, y mira lo que son los niños, lo sensibles que son, porque quedé mal. Diego y Tomás me vieron medio triste y empezaron a hacerme un show de disfraces (...) para hacerme reír”, contó Viñuela a sus seguidores.
Por su lado, Nené comentó que llegaron a las 2:15 de la mañana a la casa con la pequeña desde la clínica, agregando que para ella fue “terrible” porque no la pudo acompañar en el box y la pequeña lloraba desgarradoramente.