En el programa De tú a tú de Canal 13, "El rey del metro cuadrado" le contó a Martín Cárcamo algunos de sus momentos más complejos.
En un nuevo capítulo del programa De tú a tú de Canal 13, el periodista y exfutbolista Carlos Caszely contó algunos de los momentos más difíciles en su vida.
En conversación con Martín Cárcamo, desde su hogar en Concón, Caszely contó que a sus 9 años tuvo su primer contacto con una pelota profesional.
Jugaba en la plaza del barrio. Era un fanático del fútbol pero para sus padres los estudios estaban primero.
Caszely recuerda que cuando lo castigaban lo mandaban a leer.
Su mamá les hacía la ropa y ella era quien ponía las inyecciones en el barrio. Le decían "La mamá del barrio". Mientras que su padre lo acompañaba al Monumental y se llevaba niños que no tenían qué comer para darles almuerzo en casa.
Ambos tuvieron un rol social que el futbolista absorbió en su infancia.
El fantasma de 1973
El año más complejo de la historia moderna chilena, fue también un momento decidor en la vida de Carlos.
Además de casarse, hizo uno de los mejores goles de su carrera al Emelec ecuatoriano.
https://www.youtube.com/watch?v=sMWqifDz7zo
Carlos Caszely tenía 20 años cuando vino el Golpe Militar y una posición política evidente.
"Siempre me he definido como un deportista con conciencia social. A eso pónganle el apellido que quieran", dijo en el programa.
"Antes de ser periodista eres persona. Antes de futbolista eres persona. Siempre me he preocupado más de la persona que del partido político, porque para mí son agencias de empleo", agregó.
El recuerdo maldito de Caszely
En un momento de la conversación, Cárcamo le pregunta qué le pasó a su madre el día en que desapareció.
Caszely piensa que fue porque él era partidario de Salvador Allende.
¿Qué ocurrió ese día? "Estaba viviendo en España. Mis padres vivían en El Llano, y se pone un fotógrafo de estos de cajón, pero nunca sacó una foto", comenzó contando.
"Mi papá fue a hablar con este señor, le guardaba la cámara en la casa, cuando llovía lo invitaban a comer, a tomar un café. Y después que se llevaron a mi madre detenida, este gallo no apareció más", añadió.
Luego siguió: "Entonces, nosotros pensamos que era un sapo".
Caszely recuerda que no militaban en ningún partido político y continúa la historia.
"Un día, cuando mi padre vuelve a la casa, estaba la reja y la puerta abierta y el delantal de mi madre en el antejardín. Llama a mi hermana, va a la panadería y la empezaron a buscar…"
Cuenta que empezaron a averiguar por todos los hospitales y no estaba. "Morgue, fueron a la morgue a preguntar. Todo fue un caos, no solo de la familia sino del barrio, porque todos sabían que no estaba", contó.
Según el futbolista, "tipo 7 de la tarde, llaman por teléfono: 'don René, hay una señora acá que se llama Olga Garrido, está botada en un peladero en Vicuña Mackenna'".
Ahí estaba la madre de Caszely "con la mandíbula rota, ensangrentada".
Mientras revive la historia, Carlos se quiebra porque es algo muy difícil de contar.
"La llevan al hospital y constatan lesiones. Es fuerte..."
Su regreso a Chile
Aunque vuelve feliz desde España, el encuentro familiar está teñido de una atmósfera extraña.
"Mi mamá rara, mi papá raro, mi hermana rara, mi cuñado raro". No querían contarle cuando lo vieron y esperaron a llegar a casa.
Allí, su madre lo llamó para poder contarle. Le dijo que se la llevaron detenida, pero él no le creyó en un principio.
En su relato, fue subida a una camioneta blanca, la agarraron, le pusieron una capucha y se la llevaron. No sabe dónde la llevaron, le pegaron y le preguntaban por su hijo y por los dólares que supuestamente él mandaba para la resistencia.
Un hombre que dijo ser amigo de Carlos, la ayudó a escapar.
Para Caszely es complejo revivir esos pasajes de su memoria, sobre todo cuando su madre le mostró las quemaduras de cigarro en su pecho.
"Entonces tú dices, '¿por qué los seres humanos son tan malos?' ¡Una vieja que no le hacía daño a nadie! Tenía pensamientos políticos como yo, como tú, como cualquiera", se lamentó.
"No tenemos armas en la casa, no conocemos terroristas. Ahora quiero conocer uno para que me diga por qué. No lo entiendo. No logro entender el daño que se hace al ser humano", agregó.
Dice que le duele la cabeza cada vez que recuerda esa parte de su historia, pero que un psicólogo le dijo que para desahogarse tenía que contarlo.
Sus encuentros con Pinochet
Apenas dos meses después del incidente en que torturan a su madre, ocurre el primer encuentro con el dictador.
Caszely iba a Alemania con la Selección de Fútbol y no le dio la mano.
"Un periodista, por congraciarse con la Dictadura, lo escribió. Si no lo escribe nadie lo hubiese sabido. Bueno, al otro día a ese gallo lo echaron porque ahí se supo mi desaire", cuenta Carlos.
Tras el episodio, Caszely cuenta que se volvieron a encontrar para la Copa América y ahí ocurrió la recordada anécdota de la corbata.
El futbolista le preguntó a su señora cómo ir vestido, y ella le recomendó una corbata roja por el traje que iba a usar.
En el encuentro, Pinochet lo llamó y le dijo que le iba a cortar la corbata roja. Caszely le respondió que estaba bien, que en su casa tenía más corbatas rojas, a lo que el dictador le pregunta si sabe que él puede mandar a cortar todas las corbatas rojas de su casa.
Fue cuando el futbolista le dijo: "Las puertas de mi casa están abiertas para todos, pueden ir y cortarme todas las corbatas rojas, pero mi corazón sigue siendo rojo".
Martín le preguntó si alguna vez se le pasó por la cabeza encarar a Pinochet por lo que pasó con su madre.
Carlos no lo hizo y no sabe por qué.
No sabe si se arrepiente porque es la primera vez que se lo preguntan. "No lo sé, no se me pasó por la mente".
Mira el capítulo
A continuación, el episodio completo del programa De tú a tú con Martín Cárcamo y Carlos Caszely:
https://www.youtube.com/watch?v=xdS5bcvjJn0
Temas Relacionados
