Cata Pulido revela el especial destino de las cenizas de su hijo: “Vuela libre, Sasha”

Cata Pulido compartió especial ceremonia en que liberóa las cenizas de su hijo, Sasha.
Cata Pulido compartió especial ceremonia en que liberóa las cenizas de su hijo, Sasha.

Cata Pulido compartió imágenes de la mística ceremonia en que liberaron las cenizas de Sasha, a casi tres meses de su muerte.

A poco más de dos meses de su muerte, Catalina Pulido despidió finalmente las cenizas de su hijo, Sasha Von Knorring. La actriz compartió imágenes de la mística ceremonia familiar.

La comunicadora se trasladó este viernes hasta una de las cumbres de Farellones junto a sus más cercanos para liberar los restos de su hijo, quien falleció en octubre pasado, a los 28 años, producto de una falla multisistémica.

“No hay nada mejor que el hogar... vuela alto Sasha”, se limitó a expresar Catalina, en su publicación de Instagram.

En las imágenes se le ve llevando a cabo distintos rituales, cargados de espiritualidad frente a fotografías de su retoño.

En otra grabación, se ve a su otro hijo sosteniendo la ánfora y depositando las cenizas de Sasha al viento. “Mira ahí están las cenizas de Sashita... ¡Vuela alto, Sashita, libre!”, se les oye decir.

Cata Pulido y la muerte de su hijo

Hace unas semanas, Pulido reveló detalles sobre el complejo momento en que Sasha falleció en sus brazos, a fines de octubre. La panelista de televisión tuvo que suspender su participación en un reality show para ir a ver a su hijo al hospital.

Contó que no alcanzó a hablar con él, pero sí sabía que la escuchaba. Sinceró que sintió un “alivio” por verlo al fin descansar y que ella también decidió dejarlo ir.

En esa ocasión, también detalló la causa de muerte de su hijo: “Tuvo una falla multisistémica por una hepatitis autoinmune que, en un principio, se pensaba que era una cirrosis (...) Le agarró los riñones, el páncreas. Lo único que tenía bueno era el corazón y los pulmones. El hígado no podía depurar la sangre y se empezó a intoxicar. Le vino una encéfalopatía, que son edemas cerebrales... la tormenta perfecta”.

Cata aseguró, además, que “si él sobrevivía podía tener secuelas irreversibles y eso iba a ser mucho peor, Y mantenerlo vivo era alargar la letanía, la agonía. Tenía que ser lo suficientemente generosa para decirle: ‘te dejo libre’”.

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