A través de un comunicado, Bolocco negó criticar las vacaciones de Carlos Saúl y pidió respeto por la recuperación de Máximo.
Bastó que se echara a correr el rumor de un supuesto pelambre que Cecilia Bolocco hizo de Carlos Menem, al enterarse que estaba panza al sol en Punta del Este, en vez de ir a ver a su hijo Máximo tras extirpársele un tumor cerebral el año pasado, para que Zulemita y Carlos Jr. le tiraran una camionada de barro, indicando que ella no permitía que padre e hijo se comunicaran. Pelea a distancia que siguió con el adolescente usando su Instagram para defender a su mamá y mandar a la cresta a su parentela paterna. "Zulema deja de cagarme la vida", tipeó el joven.
Escalada de dimes y diretes vía prensa y redes sociales que ayer Cecilia, desde Miami, se vio en la obligación de detener a través de un comunicado. Allí negó haber dicho palabra sobre la salida playera de Carlos Saúl y meterse en las llamadas del veterano a su regalón.
"Desmiento categóricamente todo lo publicado por el Diario La Nación en relación a las supuestas declaraciones mías con respecto a las vacaciones de Carlos Menem. Jamás me he referido ni me referiría a su accionar ni al de cualquier otro miembro de su familia", expuso la ex Miss Universo, exigiendo la retractación del periódico argentino.
El amplio texto continúa con un llamado al respeto por la salud de su pequeño, "quien se ha visto tremendamente afectado tanto por todas las informaciones falsas, como las reacciones, declaraciones y entrevistas realizadas por otros miembros de la familia de Carlos, refiriéndose al vínculo con su padre biológico y a la supuesta negación por parte mía a la merecida información que éste está en su derecho de obtener, ya que en ningún momento se le ha obstaculizado la misma".
En sus descargos deja claro que el 28 de diciembre fue la última vez que Máximo habló con su progenitor y "desde entonces no hemos tenido noticias de él".
Cara dura. Según la prensa argentina, Ceci habría dicho a su círculo que "Carlos en un cara dura (...) Para salir de vacaciones sus médicos y abogados consiguen los permisos necesarios, pero para ver a su hijo con una cuadro tan complejo como el que transitó, solo estuvo un día en Chile". Aquel pensamiento se tomó como real y los aludidos reaccionaron de la peor manera.