Los bares, teatros y cuanto lugar que sirva para poder hacer stand up comedy silenciaron sus micrófonos, bajaron sus telones y apagaron sus luces por Daniela Aguayo. Un silencio interno para la "Chiqui", que contrarresta con las interminables risas que por largos años ha provocado.
Su salto al mundo televisivo con "El Club de la Comedia" y "Minas al poder" fue el primer escalón para el gran desafío de todo comediante: El Festival de Viña del Mar, el que el 2017 enfrentó y con un rotundo éxito.
Si bien es cierto que su rutina generó una gran polémica por el lenguaje utilizado y por hablar sin filtro de la cintura para abajo, eso poco le importó a la "Chiqui", quien se bajó con dos Gaviotas del anfiteatro viñamarino.
Una consagración absoluta en el humor, el que terminó siendo uno de sus "caballitos de batalla" en su currículum para incorporarse al matinal de TVN, "Muy buenos días", y que hasta hace algunos meses la tenía con una sonrisa constante en la pantalla del canal nacional.
Por Instagram
El anuncio de que sería madre sería el clímax de felicidad para la comediante, pero su sonrisa poco a poco se empezaría a desdibujar fuera de pantalla, aunque sólo su entorno muy cercano sabría el motivo.
Recién fue el pasado lunes cuando mediante Instagram confesó que por varias semanas había vivido junto a su pareja una carga que pocos son capaces de llevar.
"Hace un tiempo pasé por el momento más duro de mi vida, perdí a mi hijo, al cual amamos profundamente", explicó la humorista en la red social, intentando dar a entender su tiempo fuera de pantalla.
La panelista vivió esta noticia en pareja, aunque detalla que el tiempo "me sirvió para llenarme de amor y para recibir cariño y contención de nuestra familia y amigos más cercanos. En homenaje a nuestro hijo al que amaremos por siempre, estamos en el proceso de retomar nuestra vida con la alegría y el amor que siempre nos hemos tenido su papá y yo".
Sin duda, el proceso más duro que puede enfrentar alguien, sobre todo una persona como la "Chiqui", que en su ADN convive el humor, la risa y la picardía, pero por sobre todo la fuerza y el ímpetu, el que la tiene de vuelta en la pantalla, hablando con naturalidad lo vivido y que no pierde las ganas de estar luchando.