El músico se centró en los hits de Los Prisioneros, pero también incluyó un par de mensajes políticos, sencillos de un disco como solista e inclusive una canción de su banda Profetas y Frenéticos. Pero en esos espacios reinó más la calma, que daba pie a la explosión de la audiencia con cada hit de la legendaria banda de San Miguel.
A comienzos de la semana, su presentación no estaba en los planes de nadie. De hecho, el propio músico lo reconoció sobre el escenario. “Ni siquiera se nos había pasado por la cabeza”, contó en medio de su show.
Pero Claudio Narea llegó hasta Lollapalooza acompañado de una banda que se complementó bien para concretar una presentación bastante efectiva que obviamente se nutrió del arsenal de hits de Los Prisioneros.
Todo comenzó con la imperecedera “La voz de los ’80”, la clásica primera canción del primer álbum de la banda de San Miguel. Y tal como se podía esperar, la audiencia presente no solo la coreó de principio a fin, sino que también poco a poco el lugar fue llenándose ante los acordes reconocibles que convocaron a los que estaban en las cercanías.
Esa convocatoria para corear también ocurrió constantemente durante los más de 50 minutos en que Narea se paró sobre el escenario, haciendo gala de clásicos como "Mentalidad Televisiva“ y ”We Are Sudamerican Rockers“.

Sin embargo, aunque el setlist fue dominado por las canciones de la legendaria banda, Narea también se dio el tiempo para recuperar una canción de su agrupación rockabilly Profetas y Frenéticos.
De hecho, justo antes de interpretar “¡Muévete, Retuércete!”, el músico presentó un mensaje sobre Julia Chuñil.
En esa línea, los mensajes políticos se repitieron mientras el músico recuperaba también un par de temas de su disco solista "El largo camino al éxito" de 2006.
Así por ejemplo hizo gala de sus sencillos “Baile Mental”, “Cuándo todo está al revés” y “Rico el país”, esta última con una serie de titulares de noticias ambientalistas, intoxicados y la contaminación lumínica en los observatorios chilenos.

Al mismo tiempo, justo antes de esa canción, también realizó uno de sus mensajes más directos. “Hemos normalizado la guerras, los presidentes imbéciles”, dijo.
El resto de la presentación incluyó hits coreables como “Sexo”, “Quieren Dinero” y “Nunca quedas mal con Nadie”, tras lo cual realizó un homenaje al manager Carlos Fonseca, recientemente fallecido, y también agradeció a sus antiguos compañeros, Jorge González y Miguel Tapia.
En el cierre, Narea y su banda de acompañantes siguió centrándose en canciones tan populares como “Paramar”, que incluyó un error al comienzo, “Lo estamos pasando muy bien”, un extracto de “La cultura de la Basura” y “Maldito Sudaca”, el final de un show que concluyó entre aplausos y los infaltables coros que repitieron las letras inmortales de Los Prisioneros de principio a fin.
Es decir, justo lo que se podría haber esperado, pero también en el camino un poquito más para un show que se armó en poco más de 48 horas.