Ya casi es un hecho que, con la directiva actual, se dejará amarrado un programa ícono de TVN, Rojo Fama Contrafama.
Me acuerdo perfecto que en esos años, 2002 si no me falla la memoria, nadie apostaba mucho por este programa busca talentos.
Partió marcando 5 puntos de rating, pero en la conducción estaba Rafael Araneda, el Tío Conductor. Con unos cuantos años menos y con la misión de empatizar con los 24 participantes entre cantantes y bailarines.
Tarea no menor, era el crear contenido para todos los días, de lunes a viernes, durante 2 horas por la tarde.
El programa "Rojo" le enseñó al Rafa a emocionarse en una industria en donde la capacidad de asombro se va perdiendo día a día.
Para qué decir el gran Eduardo Domínguez , que nos lee desde el cielo. Ese hombre que estaba acostumbrado a los 30 puntos de rating del "Venga Conmigo" y los estelares. Es así como comienza la dupla invencible: Araneda-Domínguez.
Hoy, me quiero concentrar en el fenómeno "Rojo". Cuántas historias maravillosas vimos de esos jóvenes.
María José Quintanilla, muy chica, la niña humilde que le daba miedo viajar en avión, a la cual se le llenaban los ojos de lágrimas cuando el jurado la criticaba, sin embargo se fue convirtiendo en la gran mujer y artista que es hoy.
La niña Daniela Castillo, linda, talentosa, media rockera, también sensibilizaba al público con una historia familiar preciosa con sus padres adoptivos, que por lo demás era, para muchos, la que tenía más proyección.
Además,, tenía eso de docureality donde en varias ocasiones, los mejores se iban porque los mismos compañeros los echaban.
Podría estar escribiendo eternamente sobre los participantes, cada uno de ellos cargados de talento y con esas ganas locas, que tiene un niño, de alcanzar la fama, haciendo lo que le gusta y saliendo en la televisión para todo Chile.
"Rojo" es un formato creado en Chile ojalá que su versión 2018 tenga cosas nuevas y no sea como un "Sábado Gigante Internacional".
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