No sólo periodistas se acercaron a la exalcaldesa de Maipú.
No sólo la prensa llegó a la Cárcel Femenina de San Miguel para presenciar la salida de Cathy Barriga.
En el lugar, también se hicieron presente dos vecinas que llenaron de cariño, besos y mensajes a la exalcaldesa de Maipú. “Déjenla tranquila” y “déjenla hablar”, fueron algunos de los gritos que realizaron las mujeres, que no perdían la oportunidad de tocar o abrazar a la otrora figura de televisión.
Con celular en mano, las desconocidas grababan cada uno de los pasos de Barriga, incluso osaron pedirle una foto en medio del asedio periodístico.
Si bien la presencia de estas vecinas pasó casi inadvertido, quien sí las observó fue José Miguel Vallejo, más conocido como el Inspector Vallejo. Algo sorprendido, el expolicía apuntó al momento exacto en que una de estas mujeres comenzó a peinar a Cathy Barriga.
Inspecto Vallejo metió la lupa
“Me pareció chocante: ver a una señora que acariciaba por detrás los cabellos de la exalcaldesa Barriga, como si peinara una muñeca. Y luego escuchar al diputado Lavín vociferando que la Fiscalía le daba ‘asco’. Dos tonalidades propias de una ceguera que no reconoce errores y mucho menos las conductas en que se presume graves y desvergonzados delitos”, apuntó el expolicía.
Luego, expuso que “una cosa es simpatizar y otra muy distinta servir de carne de cañón o de no vidente obcecado frente a lo indesmentible. Dioses de barro no son buenos en ningún sector político”.