La ganadora de Gran Hermano estará durante 4 meses en el estelar de talentos de CHV y, ante este desafío, se habló sobre su presente: “Me encanta, me gusta”, declara de entrada a La Cuarta.
A inicios de enero, Constanza Capelli fue anunciada como la flamante contratación de Chilevisión, tras ganar el reality Gran Hermano. Tuvo algunas apariciones en el matinal Contigo en la mañana y el Festival de Viña, aunque sin tomar un proyecto concreto. Sin embargo, hace una semana, se supo que la espera había llegado a su fin: sería parte del estelar Got Talent, animado por Julián Elfenbein, y que se estrena este domingo 24 de marzo.
La bailarina tendrá la misión de conducir el React del programa junto al comediante Claudio Micahux (quien ya cumplió esa misión en el reality de CHV), por lo que si bien no aparecerá en la tele abierta, sí reaccionará a las presentaciones de los participantes a través de YouTube y Twitch. Este nuevo proceso ya ha marcado su reencuentro con Diana Bolocco —exconductora el encierro y hoy parte del jurado el Got Talent— y también, de alguna manera, el arranque más formal de su carrera como comunicadora, una faceta que quería explorar, según cuenta en conversación con La Cuarta.
—¿Cómo te has sentido en este inicio como comunicadora?
Se siente bien, ambas cosas tienen sus cosas ricas y positivas. Lo de ahora me encanta, me gusta; a través de la comunicación, incluso de las mismas preguntas de una entrevista, puedes comunicar un montón, sin necesariamente tú ser la respuesta. Es muy bonito incursionar en esto, en que no soy la cara visible; o que no es mi vida la que está expuesta. Después de tanta exposición se agradece un poco de calma, jaja.
—¿Qué tal tener de compañero a Claudio Michaux?
—Lo conocí en su React (de Gran Hermano), y los llevamos súper bien, nos cagamos de la risa. Fue súper genuino y natural. Él, en sí, siento que a nivel comunicacional tiene un poder súper fuerte, y hace stand-up comedy, lo que también le da ese valor agregado al entender lo que son las artes. Es súper livianito de sangre y bueno para la talla. Me envió un mensaje por interno apoyándome, dándome consejo y no hiciera mucho caso al hate (mala onda en redes sociales) que se generó con la noticia. Fue muy bonito sentir también el apoyo de mi partner, que lo será por cuatro meses.
—Te dedicaste al ballet desde los diez años, ¿qué te aporta ahora?
—Obviamente el baile es simplemente una pequeña parte de todas las presentaciones que se mostrarán en el programa, pero las artes escénicas son artes escénicas y creo que, en ese sentido, me brinda un valor agregado en disfrutar y criticar un poco las presentaciones. Y también darle el valor agregado a las personas que se presentan acá: entiendo que en Chile es difícil vivir del arte, hay pocas oportunidades, lugares y plataformas para los artistas. Creo que mi aporte será no sólo de reaccionar, sino que también fue parte de mi vida. Podré decir críticas, a nivel siempre constructivo, de técnica, desplante, entrega y propuesta artística en el escenario. Estoy emocionada.
—Seis meses duraba tu contacto en CHV: ¿Cómo te proyectas?
—Le tengo cariño a CHV, porque fue el canal que me dio la oportunidad de estar acá, creyeron en mí. No fue difícil acoger una historia como la que yo traía, que sería controversial. Ellos siempre han creído en mí. Siempre estarán en mi podio número uno. Además es mi canal favorito. Tienen un lugar especial en mi corazón.
—Te vuelves a topar en un programa con Diana Bolocco.
—La amo. La Diana es súper chora, me encanta. Ahora nos reencontramos y fue como: “¡Ay, Diana!”. Fue una experiencia súper fuerte en que la veía solamente a través de la pantalla (Gran Hermano), y al reencontrarnos acá después de todo lo que pasó me felicitaba, estaba súper contenta. Siempre ha sido muy apoyadora conmigo. Cada vez que le querido preguntar algo o pedir un consejo o tip.
—¿En qué te ha aconsejado?
—Con el hate, de no hacer caso. También le he pedido consejos de moda, porque Diana tiene un sentido de la moda súper importante; se asesora con gente muy seca. Y con respecto al Festival de Viña, como yo iba a a travesar la alfombra roja, le pedí consejos de diseñador. Me dio sus tips. Es generosa.
—¿Cómo te llevas con el hate? Porque sueles ser bastante abierta para hablar a pesar de las críticas.
—Obvio que influye (el hate). Lo que nunca he dejado es que el hate me inhabilite a decir lo que pienso. Pero me afecta, obviamente. Ha sido un proceso. Han habido momentos en que dicho: “Chuta, ¿para qué estoy haciendo esto? ¿Realmente vale la pena el novel de exposición que tuve?”. Al final uno va entendiendo que detractores habrá siempre, y a través de las redes sociales es incontrolable. Te puede doler, porque somos humanos, es un sentimiento válido, pero que no te inhabilite.
—Que se quede en las redes...
—Sus llanteadas. Me he pegado mis llanteadas, después me pego sus cachetazos y digo: “Ya, pa’ arriba, vamos pa’ arriba”.
—¿Qué clase de comentarios te afectan?
—Específicamente, me afecta, por ejemplo, lanzaron la noticia de Got Talent, me afectó mucho ver cómo la sociedad criticaba y con el fundamento del tema de mi adicción, de ponerme sobrenombres con mi adicción; más que por un tema mío, porque es algo que tengo muy superado, y me rehabilité, entonces no me duele; pero me duele que como sociedad nos ponemos etiquetas, y una cadena perpetua a una persona que pasó un momento que, al final, es una enfermedad. Siento que no se le da la seriedad que corresponde. Me causó sensibilidad, como “chuta, qué lata”, porque así como yo estoy viendo estos comentarios, hay otra persona que quizá también sufre una adicción, que también los ve, y pienso: “A mí también me dicen eso”. Es muy difícil sacarse esa etiqueta de las adicciones. Es un reflejo triste de la sociedad... ¿Pero qué va a hacer uno? Inyectar amor a tanto odio.
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