Coté López festejó sus tres décadas...

La esposa del Mago Jiménez celebró anoche su cambio de folio rodeada de familiares y amigos, pero a diferencia de otros años el mambo no tuvo ninguna temática salvo la exigencia de llegar con una buena pinta: cocktail dresses.

"Será una celebración normal, ahora soy una mujer madura, jajajá", dijo la Coté hace unos días a La Cuarta. Y es que la rubia debilidad está lejos de esa adolescente que dejó la escoba en la televisión y la farándula chilena, hoy se siente una mujer hecha y derecha con una hermosa familia y una vida mucho más calma que antaño.

En este marco ayer María José sopló 30 velitas en su casa en Chicureo. Una fecha importante para ella y deseaba compartirla con su familia y amigos, pero no por eso dejó de lado su rol de mamá y pasadas las 11 de la mañana de ayer llegó hasta el Costanera Center para compartir con dos de sus pequeñas distintas actividades navideñas, donde por cerca de una hora pudo disfrutar con sus regalonas para luego comenzar los preparativos del "apio verde".

Según pudo averiguar La Cuarta, la tarde la ocupó para prepararse y estar radiante para el festejo. Eligió su ropa e hizo uso de todos esos secretos para verse guapa y que comparte en su cuenta de Instagram con sus seguidoras.

"Estaba más relajada que otras veces", dijo un invitado a La Cuarta. Como que este cambio de folio lo iba a disfrutar relajada, ya que según sus palabras "me carga cumplir años".

Pese a eso se ha caracterizado por hacer de sus cumpleaños en casa, siempre con alguna temática de por medio. Para sus 27, sacó sus mejores lentes de sol, unas poleras desteñidas para festejar en la onda hippie; mientras que para los 29 ocupó un look al estilo de odalisca, para junto a su familia y amigos celebrar en la onda árabe.

La invitación

Los convidados en su mayoría eran familiares tanto de Coté como de Lucho Jiménez, su esposo. Eso sí, hubo algunas excepciones como amigos de la pareja y un par de rostros de la televisión.

Si bien el evento no tuvo temática alguna, todos los invitados estuvieron avisados de que la pinta igual había que cuidarla. Por lo mismo la rubia pidió lo que se denomina "Cocktail Dresses" en el mundo de la moda. En chileno vendría siendo ir con una tenida semi formal, que para los hombres podría ser de pantalón y camisa, mientras que para las mujeres se pudo variar desde un vestido corto o un enterito.

Cóctel

Todo el festejo se realizó en los jardines de su casa en Chicureo, al lado de la piscina. Encarpó el lugar con telas blancas, mismo tono de los manteles y adornos de sillas, que además tenían flores. Se iluminó el lugar con guirnaldas de luces blancas.

En cada puesto de las mesas, sobre el plato principal, había un recuerdo para los invitados que decía: "Después de años festejando sin ustedes, hoy puedo decir que mi felicidad es completa al verlos reunidos celebrando junto a mí".

El festejo partió con un cóctel que mezclaba piezas frías y calientes y una gran variedad de bebidas que iban desde jugos naturales a línea de licores. El menú principal consistía en carnes, acompañada de salsa de champiñones, papas y ensaladas.

En medio del lugar había una mesa central hecha de palets de madera, donde se ubicaban los postres: brochetas de frutas, galletas, mousse de diferentes sabores y dos tortas de color rosado con aplicaciones naranjas.

A la medianoche las hijas de la Coté le cantaron el Cumpleaños Feliz a su mamá y la festejada apagó las velas. A los sones de ritmos latinos partió el baile.

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