"Es muy difícil para los que trabajamos en televisión vivir algo así. En la tele todo es brillo, todo es luz, todo es risa. Estar haciendo eso es como la del payaso triste", fueron algunas de las duras palabras del animador.
En medio de esta cuarentena, el animador Cristián Sánchez, se sinceró sin filtro y entregó detalles de sobre la dura depresión que vivió.
Todo comenzó cuando el animador se sinceró sin filtro en una conversación con Francisca García-Huidobro para su programa online llamado "FRANcamente" que transmite Canal 13.
Fue en este momento que Cristián confesó que su esposa Diana Bolocco fue clave para la superación de este trastorno del estado anímico.
"Los contenidos que tú mencionai' me fueron carcomiendo, fueron carcomiendo mis cimientos, que no sé de qué son… pero me los fueron horadando como se dice. Empecé a trastabillar y a cuestionarme. Y empecé, más que a disfrutar, a sufrir", reveló el animador.
El inicio de su depresión fue algo difícil de notar por parte del comunicador. "Me costó mucho, mucho (darme cuenta). Viéndolo así como en retroespectiva, me demoré un par de años en sacarme bien la foto, en lo que estaba viviendo".
Asimismo, explicó que "me acuerdo que un día yo estaba con mi familia, estábamos celebrando un cumpleaños de alguno de mis hermanos y me vi a mí, estando en ese momento de alegría y no disfrutando. Estando así como pasivo".
En este contexto, aseguró que hasta Diana se dio cuenta de su estado antes que él mismo: "Ella estaba bien preocupada, me respetó harto el proceso (…) yo llegaba del matinal y me preguntaba '¿cómo te fue?' y yo 'da lo mismo'. Uno puede decir que sí, bien, mal. Pero yo me derrumbaba completamente. Entonces, era mucho más potente que un mal día".Posteriormente, señaló que "el día a día, en los mismos programas que uno hace, uno ve unas realidades tremendas. Ahí uno podría decir, ahí lo están pasando mal. Pero es algo mucho más potente. Es algo que te mata la voluntad".
A esto añadió que "no basta con decir hoy día me voy a poner de pie. Lo hice mil veces (…) No se puede y eso es lo angustiante, que la voluntad queda completamente de lado. Todo lo que te han formado, de que con la voluntad puedes mover montañas, no es así. No puedo. Y en algún momento es como déjenme en paz, déjenme descansar o ayúdenme".
Finalmente, reveló que debido a lo ocurrido decidió acudir a un psiquiatra: "Es muy difícil para los que trabajamos en televisión vivir algo así. En la tele todo es brillo, todo es luz, todo es risa. Estar haciendo eso es como la del payaso triste", concluyó.