“Sentí que abrió el cajón donde tenía el arma y no me importaba si disparaba. A ese nivel llegan a torturarte tanto”, fue parte del crudo relato de la actriz.
Una confesión que dejó a todos helados fue la que compartió este domingo Cristina Tocco, quien fue una de las invitadas al reciente capítulo de Podemos Hablar.
Durante la charla, la actriz argentina se refirió a una relación abusiva que tuvo en el pasado, en la cual sufrió una serie de episodios indignantes.
“Yo venía emocionalmente muy quebrada”, relató de entrada en el espacio conducido por JC Rodríguez al momento de recordar lo vivido con su ahora ex pareja.
“A la edad que tengo y en el momento que estoy en mi vida, no me da pudor en contarlo como alerta. Yo tengo que partir un relato que no es fácil, pero es real”, avisó.
Y en esa misma línea, agregó: “lo que pasa es que él era cocainómano. Después me enteré, me informé, y me explicaron que la droga convierte en sádicos a las personas. La persona que tiene la patología, bajo el efecto de la droga aflora la patología, que yo ignoraba”.
Además, agregó que “algunas noches, me apuntaba (con un arma), me decía ‘te voy a matar, te voy a matar’. Realmente llega un minuto... por eso hay que entender a las mujeres que piden fuerzas y uno dice ‘¿Cómo puede ser?’. Existe este nexo con el golpeador, un poco de sumisión, de temor”.
Eso sí, a pesar de verse perdida y sin posibilidad de salir de ese vínculo, surgió una luz que le dio el valor para abandonarlo.
“Ya había consultado a un psicólogo que me estaba reforzando. No tenía la libertad de ir a sesión con el psicólogo y ni al supermercado sola, era celópata mal. Me había cortado el teléfono, cortó el cable del teléfono de donde convivíamos, para que no hablara con nadie. Si yo iba a ver a mi familia tenía que ir con él”, admitió.
El antecedente que le permitió cortar la relación
Luego, recordó que un análisis de su terapeuta la ayudó a tomar la decisión de terminar definitivamente la relación. Según contó, el especialista le planteó que el individuo no iba a atentar contra su vida debido al amor que sentía por su hijo.
“No va arriesgar su imagen, no lo va hacer, eso fue un poco a lo que yo me aferré. El día que yo abrí la puerta del departamento… Yo tomé un perro salchicha que tenía, me puse un abrigo porque hacía frío, tomé el perro y abrí la puerta. Sentí que abrió el cajón donde tenía el arma y no me importaba si disparaba. A ese nivel llegan a torturarte tanto”, confesó.
“No me disparó y aquí estoy… Me fui para siempre con mucho esfuerzo porque si él me llamaba, yo tenía la intención de volver. Qué vergüenza contarlo, pero era así. Estaba totalmente sometida, él me llevaba 22 años. A veces termina en femicidio o termina la mujer en exacerbación y puede terminar matando ella”, cerró.