“Cuando salí de la internación sentí que debía volver a la música”: Karen Paola quiere recuperar el trono del pop nacional

Karen Paola regresa a la música.
Karen Paola regresa a la música.

El primer jueves de noviembre, la exchica Mekano dio el puntapié inicial al segundo tiempo de su carrera. Con el reestreno de “Dime”, una de sus canciones emblemáticas, seguido de una presentación llena de nostalgia en la Teletón, le puso fin a un silencio que se extendió por más de una década. Aquí, con el diario pop, habla de motivaciones, dificultades y cumplir sueños.

La presentación de Karen Paola en el cierre de la Teletón de 2004 está disponible en YouTube por lo menos en dos canales. Entonces con 19 años, integrante de un team que bailaba y cantaba, y hacía bailar y cantar cada tarde en televisión abierta, había iniciado su carrera musical hace poco menos de dos meses dando una segunda vida a éxitos musicales sacados de Eurovisión como “Dime” y “Ven, ven, ven”. Los videos, sin embargo, no son de buena calidad. Sus movimientos por el escenario del Estadio Nacional se ven más pixelados de lo que deberían y el audio tampoco ayuda mucho. En resumidas cuentas, lo mismo que le pasó por casi dos décadas a sus canciones. Hace una semana, Karen Paola regresó a un cierre de la Teletón. El espectáculo descansa en su canal oficial de YouTube y en el de Chilevisión pero, además, de inmediato la búsqueda sugiere otros dos registros de usuarios reaccionando. Uno de ellos, argentino, con exagerada cara de sorpresa, como no pudiendo creer lo que acaba de ver. Ahora claro, todo parece distinto. La puesta en escena, su indumentaria, los arreglos de las canciones y los bailes, su voz. Todo denota mayor preparación y profesionalismo. Es más, cuando bajó del escenario, los periodistas que la esperaban le leyeron algunos comentarios que abundaban en redes sociales: comparaciones con Jennifer López y que Argentina tiene a Taylor Swift, nosotros a la Karen Paola.

Pero ella, sentada en una oficina de Providencia para conversar sobre la reanudación de la carrera que nunca debió postergar, le confiesa al diario pop que la mayor diferencia que percibió fue el propio escenario:

—La Teletón del 2004 fue súper bonita porque fue en el Nacional, la gente se sabía las canciones, esa noche no dormí. Pero en esta pasada, era otro escenario muy importante para mí, porque es un escenario musical a diferencia del Nacional, que es un estadio que se prepara para los conciertos pero que su principal función es acoger los partidos de fútbol. En este caso, la Quinta Vergara significaba un escenario musical. Era un respeto sagrado que yo tenía cuando me subí. Y creo que lo único que me interesaba era poder darlo todo.

—¿Hubo mucho nervio?

—Sí, mucho…, porque, insisto, es un respeto sagrado que se le tiene al menos por mi parte a ese escenario. Yo no lo había pisado antes como artista, pero en el verano de este mismo año, por un tour al que fui invitada, fuimos a ver la Quinta. Y este tour consistía en ver los camarines, la Quinta cómo se veía sin gente durante el día, y de sorpresa nos dicen: ya, ahora van a poder subirse al escenario. Fue como ¿en serio? Ya, me subí al escenario y me desbordé. Me emocioné, me puse a llorar, andaba muy sensible. Y dije no, yo voy a subirme a este escenario en algún momento. Me visualicé. De hecho, en ese momento estaba la Meli Noto con la Fran Kunde, y me agarraron de las manos y me dijeron sí, hueona, tú lo vai a lograr, aquí te vamos a estar viendo. Y quedó tan dentro de mí, que cuando me avisan del cierre de la Teletón, yo no sabía que iba a ser en la Quinta Vergara, después nos informan de esa decisión, porque lógicamente en el Nacional no iba a poder ser por los Panamericanos. Fue mi cabeza a febrero y dije: yo lo manifesté. Y más encima se cumple el 11 del 11.

—Te comentaron de inmediato las reacciones en redes, todo lo que generó este retorno. ¿Ésas eran tus expectativas, creías que iba a resultar todo de este modo?

—No, te voy a ser súper honesta: no iba con expectativas. Porque, de un tiempo a esta parte, creo que uno se lleva más decepciones que alegrías. Y yo lo único que quería era pasarlo bien. Mi única meta para que esto saliera perfecto, en mi cabeza, era pasarlo bien. Traté de no hacerme expectativas porque no quería decepcionarme. Al final eso es frustrante, sobre todo cuando uno es artista que es más sensible. Entonces, finalmente fue tan bonita la recepción... yo no la esperaba. Me subí a la Quinta, me bajé del escenario y no caché qué estaba pasando en Twitter, en Instagram, no tenía acceso a mi teléfono. Y me dicen que me empezaron a comparar con la JLo, que Argentina tiene a Taylor Swift pero nosotros a la Karen Paola. Y yo pensaba, ya, me estái hueveando, ¿cómo es posible? Y sí, po. Ahí me di cuenta que había un bombardeo de buena onda, de cariño, que la gente no se esperaba que yo tuviera un show como ése. Pero a la vez también, como que se sentían orgullosos. Era como si alguien de la familia estuviera en el escenario. Y siento que eso ha sido como una tónica constante en mi vida, porque como partí muy chica, todos se vieron reflejados un poco. Como que era una vecina, una prima, una amiga, y eso no se ha perdido con el tiempo. Me llena de felicidad poder conectar a la gente con esos tiempos, donde uno llegaba del colegio, prendía la tele, veía Mekano, lo pasaba bien. Momentos en los que quizás nos olvidábamos de los problemas y nos poníamos a bailar.

karen paola - paula
La artista realizó una gira entre septiembre y fines de octubre por todo el país. Foto: Paula.

—Te llevo al show. “Amiga (no por él)” era una de las más esperadas. En todo este tiempo no quisiste adelantar el nombre de tu acompañante y saliste con Vesta…

—¡Pero yo no he dicho nada! Que haya sido la Vesta en esta pasada, no significa que sea la Vesta en “Amiga”... ¡Aaaah!

—Ah, está guardadito aún entonces. Igual funcionó súper bien la dupla. Tú la definiste después a ella como una mujer poderosa.

—Claro, a la Vesta la defino como una mujer muy poderosa porque también la han ninguneado muchísimo como artista, y ella ha sabido ser resiliente ante eso y no dejar que las críticas la destruyan. Porque si yo me remonto para atrás, fueron ese tipo de críticas las que me destruyeron a mí. Y las que me impidieron seguir adelante con mi carrera musical y donde yo dejé de creer absolutamente en mi talento. Siento que a la Vesta le da lo mismo, y dice: ellos no son yo, y yo voy a seguir luchando por lo que quiero. Encuentro esa parada muy segura, por eso la encuentro poderosa. Y lógicamente si iba a cantar esa canción en la Quinta Vergara tenía que ser con una mujer power.

The Queen is back

—“Dime” se reestrenó el 2 de noviembre y rapidito se volvió tendencia en plataformas. Tú mencionaste que le diste una resignificación y que trasladaste el sonido flamenquito a uno actual.

—Se mantiene igual la guitarrita pero con otros sonidos detrás, entonces eso igual le da un refresh. Yo no quería que la canción perdiera su esencia, por ende tratamos de traerla a la modernidad con sonidos más actuales pero sin perder el alma de “Dime”. Y el significado que le quise dar, es porque esa canción no tenía ningún videoclip, o sea, todo lo que había eran videos míos en Mekano, que estaban en una calidad pésima, jajajá. ¡Péeeesima!, porque claro, VHS, imagínate. Agradezco igual a la gente que se haya dado el trabajo de pasar eso a digital. Pero tenía una deuda pendiente conmigo, como artista, porque yo sentía que tenía que hacer un videoclip. Era algo que me debía. Si bien cuando yo estaba en Mekano me decían ¿pa’ qué querís un videoclip? Si estái de lunes a viernes tres horas diarias... Yo decía: “Porque un videoclip lo es todo”. O sea, un artista pop tiene que tener un videoclip. Britney los tiene, Christina Aguilera los tiene, Mariah Carey los tiene, las Spice Girls los tienen. ¿Cómo no voy a tener un videoclip?, decía yo. Nunca se dio, porque lógicamente yo sola no iba a poder hacer un videoclip. Pero me di cuenta que sí se puede, que ahora uno aunando a la gente correcta en tu vida, se pueden dar estas instancias. Que existen personas que si bien trabajan haciendo videoclips, cacharon que era una artista independiente, y que independiente que era Karen Paola y que pudieron pensar que estaba forrada, no es así, entonces dijeron: ok, con lo que hay, vamos a hacer un video increíble y se va a ver precioso. Y lo logramos.

—Varias veces comentaste que era tu sueño lo del videoclip. Incluso está la anécdota de que Juan Pedro (Verdier, su marido) había vendido su auto para grabar unos videos.

—Era un sueño. Yo tenía unos videos hechos por Juan, que no lo quiero desmerecer... pero yo quería hacer un video con producción, con las cámaras de cine, los bailarines, efectos especiales, actuación y coreografía. Nunca había tenido la posibilidad de hacerle videos a estas canciones, que igual fueron súper importantes pa’ mi carrera y que sonaron muy fuerte. Entonces, yo decía: no hay ningún registro de esas canciones. Y si bien lo pasé mal porque no los tenía, ahora me siento como qué bacán que no lo haya hecho antes, porque ahora que estoy mucho más preparada puedo entregar un buen material audiovisual con respecto a cada uno de los temas.

—Ahora que mencionas lo del registro, es parte del leitmotiv, ¿no? Tus seguidores te pedían las canciones en las plataformas porque sólo estaba el típico video de YouTube pixelado. Pero realmente, ¿cuándo empieza a fraguarse este retorno a la música?

—Llevo muchos años. Siempre me instaron mis amigos y mi familia a volver a la música, que tenía que jugármela por eso, pero tenía mucho miedo. Las cosas no resultaban con las personas que trabajaba, porque quizás tampoco eran las personas indicadas para que esto funcionara de la manera que está funcionando ahora. Pasé por managers que, lamentablemente, no fueron episodios lindos de recordar. Hasta que aparecieron las personas correctas. Está el Dieguito, está Cristian, Andrés que es el coreógrafo, este equipo que empezó a crecer de a poquito, y finalmente dijimos ya, tenemos esto, hagamos una gira. Y se dio y terminamos en el teatro. Pero creo que el momento en el que me doy cuenta que realmente tengo que hacer música es después de la internación. Después que salí de la internación sentí que ahí era. Me liberé de muchas cargas que tenía. Psicológicas, emocionales. Al liberarte y empezar a sanarte, empiezas a cuidarte, a quererte, y dentro de ese cuidado te empiezas a cuestionar qué cosas estás haciendo que no te gustan y qué cosas no estás haciendo que te encantaría hacer.

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Durante el verano, confirmó la cantante que grabará más clips. Foto: Salvador Sáez Alvarado, La Cuarta.

—La gente te insistía por las canciones, pero entiendo que no podías hacer nada…

—Yo sentía que había una petición por parte del público, que quería las canciones y me decía, ya po, cuándo vai a subir tus canciones a Spotify, a YouTube, a Apple Music. Y yo no sabía cómo explicar porque igual son tecnicismos que quizás no todos iban a entender, pero siento que cada vez la gente está más abierta a querer entender estas situaciones. Sobre todo con lo que le pasó a Taylor Swift. Por eso un poco nos comparan, no porque nos parezcamos, porque no, somos totalmente distintas, jajajá. Pero sí nos pasó algo similar, no en la misma escala. El manager de ella se quedó con todos los máster de sus canciones, lo que significaba que todas las composiciones que ella había hecho se perdieron, y no podía ella manejarlas como debería. Su forma de vengarse de esta industria, fue decir ok, las voy a hacer de nuevo. Y los máster van a ser míos. Entonces cuando Taylor empezó a hacer eso, yo estaba en proceso de hacer lo mío, y entendí también que los máster son finalmente lo que nosotros no podíamos subir. Porque no existían. El sello en el que grabé los primeros dos discos había quebrado, ya no existía siquiera. Se perdió todo. En ese tiempo, por un lado, yo estaba molesta, me dolía, pero ahora que lo veo con distancia, ya más madura, digo bacán, porque puedo volver a hacerlo y son mis máster. Lo mismo que le pasó a la Taylor. Y ahí también siento que han sido súper generosos productores musicales como el Enzo Massardo. He tenido la conexión de trabajar con gente increíble. El Enzo que haya tenido el corazón y la decencia de decirme que los máster tienen que ser míos. “Si te tiene que costar un poquito más, invierte, amiga”, me decía. “Eso es un material que va a quedar para siempre pa’ ti y nadie te lo puede quitar”. Ahí entendí lo importante que es ser dueño de tus máster. Así que ahora los puedo subir.

—Cuéntame sobre ese proceso, de volver al estudio, rehacer todas las pistas y cumplir con el desafío de que las canciones 2004 suenen a 2023.

—Ha sido súper lindo. Los chiquillos, de partida, conocían las canciones, que pa’ mí era súper importante. Porque distinto es pararse frente a un director que no tenga idea de qué le estoy hablando. En cambio, el Enzo, Kevin Vásquez, Max Donoso y Bastián Herrera tenían clarísimo cuáles eran estas canciones. Creo que hay una magia o mística que me unió a personas que realmente querían participar de este proyecto. Porque uno puede ir a Estados Unidos y decirle a un productor, oye, quiero que me hagái esto. Pero no te lo va a hacer con cariño, ni con el sentimiento que hay detrás de esta pega. En cambio los chiquillos conectaron y sabían lo que significaba tanto para mí como para las personas que lo iban a escuchar. Fue hermoso, porque les dije lo que quería, lo entendieron perfecto. No podría haber sido mejor. Lo que tenía en la cabeza incluso lo mejoraron.

—Adelantaste que habrá varios featuring. ¿Por qué tomaste esa decisión?

—Yo creo que en Chile hay un tremendo problema con respecto a las colaboraciones. Porque en el mundo del reggaetón, de lo urbano, del trap, se da mucho la colaboración y pienso que eso ha hecho que la industria se potencie y haya cada vez más artistas urbanos que están siendo más reconocidos, no solamente acá sino que también afuera. Y me he dado cuenta que incluso cuando los artistas, en el caso del Poli, Pailita, Young Cister, del Cris MJ, han salido mostrando su música, no se olvidan de sus compañeros acá, que están luchándola por algún día pegar un hit, y hacen featuring con ellos. Entonces digo, ya, si uno tiene como artista la posibilidad de ayudar a que la industria crezca y a que todos nos visibilicemos, que nos vaya bien, ¿por qué no hacerlo? Siempre tuve esa duda. De por qué los artistas pop no colaboraban entre sí. Sentía que había tantos artistas a los que les estaba yendo bien afuera o aquí mismo, pero no se estaban dando esas colaboraciones. ¿Por qué no pasa, a qué le tenemos miedo finalmente? Y creo que el pop en Chile siempre ha sido minimizado, algo banalizado, que cualquiera lo hace, que no es necesario cantar. Como si fuera una disciplina súper fácil de realizar, y no lo es. Es por lejos una de las disciplinas más difíciles, porque te tenís que parar en el escenario y hacer un show. No podís pararte, cantar dos canciones y moverte de aquí pa’ allá. Acá tenís que bailar, entregar una performance, hacer un show que demuestre que eres un artista muy completo. El pop ha sido lamentablemente mal visto siendo que debería ser al revés, valorizar más el trabajo que hay detrás. Entonces si hay tantos artistas a los que les está costando, como a mí, ¿por qué no nos ayudamos entre todos? Hay que hacer comunidad en la industria musical en Chile, no sólo en el reggaetón, en el trap, en lo urbano. También en el pop, rock, hip-hop, jazz. En todo.

La reina está de regreso. Foto: Sebastián Nanco, La Cuarta.
La reina está de regreso. Foto: Sebastián Nanco, La Cuarta.

—Ahora en octubre terminaste una gira que empezó en Santiago, pero que te llevó a todos lados, ¿cómo lo sentiste?

—Me paseé de Arica a Coyhaique, jajajá. Fue bacán poder girar, porque es una de las cosas que yo necesitaba. Volver a empaparme del escenario y subirme a estos lugares donde la gente iba a verme a mí. Me dio la tranquilidad de que estaba haciendo lo correcto. Al principio pensaba pucha, no va a haber nadie quizás, o ¿quién se va a acordar? Inseguridades de uno que están mal, uno siempre debería tenerse mucha fe. Y esta gira me enseñó eso: que tengo que tener fe y ser capaz de agradecer esas cosas. Me paraba en el escenario y lo primero que hacía era agradecer. Fue lindo poder girar por Chile, entender que el público se acuerda absolutamente de las canciones y que siempre me terminan pidiendo más, así que no los aburro tampoco en el escenario. Porque yo sin querer, bueno, me pongo a cantar pero después de cantar empiezo a conversar, y es como si fuera un standup. No soy standupera pero es lo que me sale, porque soy un poco así. Y entonces era que me preguntaban si tenía esto prehecho, y nooooo, son estupideces que se me ocurren en el minuto, ¿cachái? Fue muy bonito compartir con la gente, hacer meet and greet, sacarme fotos, hermoso poder conectar con todos los chilenos.

—El verano se viene movido, te escuché decir. ¿Qué proyectos tienes pensados ahora?

—Después de hacer el cierre de la Teletón, pucha, se vienen tantas cosas. Estoy vibrando alto, siento que todo lo que estoy manifestando se está cumpliendo. Estoy en esa parada: de querer expandirme, de querer llegar afuera, salir de Chile y que se escuche el pop fuerte afuera. Que no solamente seamos capaces de exportar música urbana, sino que pop, rock, jazz. Lo que sea. En Chile hay mucho talento y las puertas están abiertas para que nosotros podamos salir y abrir caminos. Por otro lado, el verano lógicamente se viene intenso. No solamente se vienen festivales y presentaciones, sino que también vienen grabaciones de videoclips, que están pensadas que se graben en esa fecha precisamente por el clima, por la idea cinematográfica que tenemos en la cabeza. Se viene mucho feat. porque, como te decía, es muy importante que otros artistas sean visibles. Y si tengo la oportunidad de tener un público que me quiere y que me estaba esperando, quiero que ese público los escuche y los reciba a ellos con el mismo cariño.

—Un comentario que se repetía muchísimo en tus redes era Reina, reclama tu trono. Ahora volviste para quedarte, ¿no?

The Queen is back, completamente. Volví con todo y no me voy a bajar de este bus, de este avión. No sé, me reencontré con mi Karen chiquitita. Lo que expresaba a través de “Dime”, que fue como darle otra mirada finalmente a esta canción, y tiene que ver con eso, con qué conecto. Mi Karen chica lo único que quería era esto: cantar en escenarios, subirse, pasarlo bien y hacer lo que le gustaba. Por eso a lo mejor me siento tan viva en el escenario. Porque estoy haciendo lo que me gusta.

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