"Una Mujer Fantástica" tras obtener el Oscar como Mejor Película Extranjera, se transformó de inmediato en un hito en Chile. Por eso cada detalle de la vida de su protagonista, Daniela Vega, se está convirtiendo en material de culto y todos quieren saber de ella antes de su gran éxito vivido en Los Ángeles.
Sucede que Daniela Vega tuvo un largo camino antes de convertirse en la revelación actoral de nivel mundial que es hoy. En 2009, por ejemplo, llegó a trabajar a la peluquería "Mimos" recomendada por su amigo John Lambarch, quien laboraba ahí. Él le pidió al dueño que le diera pega a Daniela, quien por esos años era una rubia, de 20 años, y ya cantaba música lírica.
"La conocí como Daniela, como mina. No la vi en su proceso de cambio. Ella entró al salón teniendo más lomo que muchas, con unos tacos inmensos. Cuando estaba dentro del local, me di cuenta de su condición. Pasa que en este mundo, uno cacha al tiro. Tengo 25 años en el rubro", recordó a La Cuarta Miguel Mora, el orgulloso dueño del salón de belleza y amigo de la famosa actriz.
El estilista reveló que Daniela llegó con un cierto grado de conocimiento en maquillaje y peinados. Eso sí, se fue curtiendo con el tiempo en el arte de colorear cabello (tinturas) y hacer cortes. El argentino nos contó que a Daniela en su primer día la tiraron de una al choque: le cortó el pelo a un caballero, asunto que no manejaba. El cliente quedó feliz con el resultado.
"Ella a mucha dedicación fue aprendiendo. Se hizo su propia clientela, es decir, personas que sólo se atendían con ella. Nunca nadie la trató mal aquí y si hubiese pasado, lo sacaba a patadas. Es más, un tiempo venían a jotearla y yo los echaba", afirmó Mora.
- Los echabas, ¿por qué?
-Porque eran muy insistentes. Ella siempre tuvo muchos seguidores.
El trasandino rememoró con mucha emoción el paso de Daniela en "Mimos": "Cantaba todo el día. A mí me interpretó el Feliz Cumpleaños a capela. Aquí sonaba todo el día música clásica y temas de Joyce Didonato".
En tanto, la socia y pareja de Mora, Pamela Goro, comentó que tras ver a Daniela en los Oscar, no pudo dejar de llorar de alegría. "Una que la conoce, no logra aquilatar todo lo que ha logrado. Sería bonito armarle una especie de altar aquí o colgar una foto suya".
En Matta se festeja
Con apenas 11 años, Daniela, pasó de vivir de Nuñoa a Santiago Centro junto a sus padres y su hermano menor.
En ese momento, Vega Hernández cursó de quinto a octavo básico en el colegio Francisco Andrés Olea, que en ese entonces era sólo de hombres.
La actual directora no logró conocer a Daniela durante aquel paso escolar, pero sí afirmó que el Oscar en el establecimiento se festejó como un Mundial de Fútbol.
"Estamos muy orgullosos no sólo porque fue alumna de nuestro recinto, sino por el alcance mundial que adquirió. Nunca nos imaginamos que una alumna hubiese ganado un Oscar", dijo Carmen Gloria Tapia.