“Después de veinte años salió de la cartera”, declaró la periodista en un nuevo capítulo de Sígueme (TV+) ante la presencia de la numeróloga.
Daniella Campos tomó su cartera en pleno capítulo del Sígueme (TV+) y sacó un elegante vestido blanco, desatando las risas de su compañera María Eugenia Lararrín. “No po’, Daniella”, le alegó la conductora Julia Vial.
“Pero sí es verdad, este me iba a poner para el matrimonio”, contestó la otra, asegurando de que se trataba del vestido que quiso usar en el matrimonio de Kenita e Iván Zamorano, el cual finalmente terminó con “Bam Bam” prácticamente plantado en el altar el 2004. Por aquel entonces ambas estaban peleadas a muerte. Anteriormente Daniella había sido pareja del exgoleador.
“No me lo alcancé a poner, pero lo traje hoy día, por si acaso”, puntualizó la exmodelo. Lo trajo al estudio “por si te arrepentías de nuevo”, comentó.
“¿Ese era?”, le preguntó Julia a su compañera. “Yo pensé que te ibas a poner uno más largo, con cuática”. Pero la también periodista le explicó que tampoco podía darse tanto color “porque tenía que reportear”, recordó quien en ese entonces trabajaba en el Buenos días a todos (TVN).
En aquel tiempo, la conductora del matinal, Karen Doggenweiler, le dijo: “Si te mandamos a reportear el matrimonio de Iván con la Kenita, ¿irías?”. Y Daniella le contestó que “obvio”, para luego agregar que iría “de blanco, por si se arrepiente; y todavía lo tengo”.
“Después de veinte años salió de la cartera”, declaró.
La reacción de Kenita Larraín
Acto seguido, Kenita recordó que “ahora me río, pero en el momento me cayó como patada en la guata la talla de Daniella”; de hecho, “yo decía ‘seguramente quiere estar en mi lugar”, algo que su compañera descartó de plano. Sin embargo, la numeróloga aclaró que “han pasado veinte años y ya lo encuentro divertido, en la medida que fui sanando las heridas”.
De hecho, durante el capítulo, encima del atuendo que traía puesto, se puso el vestido que tenía para aquel hito nupcial que finalmente no se concretó.
Hoy, Kenita y Daniella se encuentran reconciliadas, tienen buena onda; aunque hasta hace hace pocos años se llevaban pésimo: “A ella no le creo ni lo que reza”, declaró la periodista hasta hace no pocos años, tras haber sido muy cercanas a principios de los 2000; “dormíamos en la misma cama, así de amigas”, precisó tiempo atrrás.
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