“Seamos transparentes, a ella le hablaba mal Iván de mí y a mí hablaba mal Iván de Daniella”, relató la numeróloga sobre el distanciamiento que tuvieron por más de 20 años.
La teleserie sobre la mala onda de Kenita Larraín y Daniella Campos tuvo varios capítulos en los últimos 20 años, en los cuales no se podían ver ni en pintura.
Todo surgió tras el inicio de la relación entre la numeróloga con Iván Zamorano, poco tiempo después del quiebre del vínculo amoroso entre el futbolista con la modelo, quien hasta ese entonces había sido su amiga.
Por lo mismo, de ahí en más surgieron una serie de cahuines que las llevaron a estar enemistadas. Eso hasta hoy, pues actualmente trabajan juntas en el programa Sígueme, de TV+, en el que incluso compartieron un íntimo momento en el estacionamiento del canal, donde pudieron aclarar sus diferencias.
De hecho, de ese episodio y todo lo relacionado con la polémica que protagonizaron charlarán en el episodio de este viernes de Podemos Hablar, espacio conducido por JC Rodríguez y en el que serán dos de las invitadas estelares.
“Ese día, yo llegué llorando al programa, llegué con un tema personal y la primera persona que se paró fue la María Eugenia. Fue súper heavy porque fue la primera que vio. Yo entré con lentes y se me salió un lagrimón debajo del lente, ella se para y muy amorosamente pescó su celular, me lo fue a dejar, yo me metí a camarín y ella fue a dejar su celular y me dijo ‘cuando estés tranquila hablamos’. Y me dejó con una música súper relajante y me dejó con una tarjetita de ella, que era una tarjeta cuántica, para que me calmará”, relatará Daniella en el programa de Chilevisión.
“Ella sin preguntarme qué me pasaba dejó sus cosas ahí y me emocionó mucho. Y después entré al programa, me tocó hacer una mención comercial y recuerdo que salgo del programa y la María Eugenia, se acerca y me dice ‘oye Daniella, te quiero felicitar, porque cuando te vi entrando al programa dije sonó, no va a poder estar en el programa y a los 10 minutos estai dando una mención y no se te notaba nada’. Yo dije buena onda el comentario, me está haciendo la pata”, complementará.
En ese minuto, meterá la cuchara Kenita para hablar sobre esa situación. “Llegó muy triste, muy complicada, en ese momento yo no sabía lo que le pasaba, llegó súper triste, por eso me acerqué a ella con una música que le iba a ayudar, elevando la vibración y después de todo eso, a los cinco minutos estaba maquillada haciendo una mención y como que nunca le hubiera pasado nada y se veía super bien, yo la felicité, porque no se notaba que había llorado”, sostendrá.
Sobre la misma, la mayor de las gemelas Campo se referirá a lo ocurrido posteriormente, cuando estaban apunto de retirase del canal.
“Ahí yo bajé al estacionamiento, y le dije a María Eugenia, ‘¿me podrías acompañar por favor?, que quiero pedirte un favor, y me acompaña, bajamos al estacionamiento y me dijo ‘¿qué pasa?’. Estoy mal y necesito, quiero que me saquí unos números, la María Eugenia no lo podía creer, además nos habíamos estacionado al lado desde el día uno. Me sacó los números, la numerología y me explicó, nos quedamos mirando”, descaseteará Daniella.
“Me regaló el libro de ella y como yo venía emocional, me saca los números, nos quedamos mirando y ahí la María Eugenia me dijo ‘discúlpame si alguna vez te sentiste traicionada por mí’. Y ahí yo me puse a llorar, porque fueron 20 años, que a lo mejor yo esperé solamente esa palabra, porque era lo que yo sentía. La abracé y le contesté ‘gracias’, porque justamente me sentí traicionada, porque yo te quería mucho, y para mí eras importante, y ahí lloramos las dos. Y María Eugenia dice paremos de llorar ya, suficiente”, dirá la modelo.
Luego, Kenita también hablará sobre algunos episodios que generaron el quiebre de la relación.
“Cada una desde su vereda, tenía su historia, su versión de la historia, entonces yo sentía que, si ella se sentía traicionada, porque según yo no, porque yo la llamé, porque yo no lo sentí así. Traté de empatizar. Y ese fue el abrazo verdadero donde ambas pudimos empatizar una con la otra y como que pudimos hablar desde otro lugar y después de eso vino otro episodio donde también hemos estado hablando y cada vez que nos juntamos hablar, es como volver a conversar con más profundidad”, planteará la numeróloga.
La verdad sobre el distanciamiento
Sin embargo, la charla fue más allá y profundizaron en los motivos del quiebre del vínculo entre ambas.
“Yo me sentí traicionada, en muchas cosas, que no las pude aclarar hasta ahora después de 20 años. Yo no sabía la cantidad de cosas que hoy día he podido conversar con María Eugenia y que nos metían en la cabeza. Finalmente, yo no iba, no me levantaba con las ganas de decirle algo pesado a la María Eugenia Larraín, era porque me metían y decían cosas que para mí eran súper fuertes. Yo reaccionaba para el lado donde yo creía que era lo honesto y lo real, no por nada pasaron 20 años de esta enemistad, esto no fue un tongo, ni un juego, 20 años que todos vieron nuestras vidas”, se desahogará la hermana de Denisse.
Además, aclarará que en ningún caso su molestia era por despacho.
“No, no, no despecho, no, yo no tenía por qué tener, si yo estaba en Tahití, con mi pololo, despecho no era”, explicará.
“Yo pensé que el enojo de Daniella era porque estaba saliendo con Iván durante los últimos 20 años, entonces esta conversación que hemos tenido estos días ha sido súper reveladora, para mí es impactante y sorprendente porque me di cuenta de que su enojo no era por eso”, agregará Kenita.
Enseguida, Campos contará la firme.
“Había varias cosas, Hubo varias cosas que pasaron en nuestra amistad, que a mí se me dijo cómo partió esta relación, cómo no partió, o como las cosas que se decían dentro de esta relación, el hecho de que Iván de un minuto a otro me dejara, tras una relación de cinco años donde nosotros terminamos bien, o sea donde él me fue a dejar al aeropuerto, súper normal. Llegamos a una persona que yo la vi llamando a un programa de televisión en este mismo canal, y tirándome peste, cuando ya estaba con ella, entonces que me decían a mí que era ella la persona que en el fondo había dado vuelta a Iván y que hablaba peste de mí y así seguían y seguían las copuchas, pero la información llegaba de primeras fuentes para nosotras, a las dos”, afirmará.
Incluso, ahí fue Kenita quien apuntará directamente al ex delantero de la Roja.
“Seamos transparentes, a ella le hablaba mal Iván de mí y a mí hablaba mal Iván de Daniella”, lanzará sin anestesia.
“Iván y los cercanos también, porque allí había un correo de brujas bastante grande en ese tiempo, no sé si recuerdan. Ellos estaban bastante rodeados de gente, nosotras no teníamos ninguna relación, ni amigos en común, nada. Era verdad y era verdad”, agregará Campos.
“Yo me sorprendí, porque yo siempre pensé que Daniella me tenía mala todo este tiempo, porque yo me había puesto a pololear con Iván, entonces siempre pensé eso, y cuando comenzamos a conversar y me dice ‘no te casaste con Iván y terminaron la relación, Iván fue con Mauricio Pinilla, a verme a su departamento’, cosa que yo no sabía y ahí hablo muy mal de mí, cosas que no eran y le pregunté ‘¿qué te dijo? Y ahí me di cuenta, porque Daniella decía ciertas cosas y porque guardaba tanto odio y nunca entendía, entonces ahí empecé a entender, que en el fondo lo que él le había dicho a ella era envenenarla contra mí y claro, salía en la prensa hablando mal de mí”, será parte de la profunda reflexión de Kenita.
En ese minuto, Daniella agregará que “empezamos a conversar esas cosas. Hoy en día yo no puedo y no quiero hablar detalles de muchas situaciones, pero como periodista, como persona, porque me llega la historia y el tiempo que ha pasado, por todo lo que yo he sabido en este tiempo, la historia que me calza con los tiempos, con las personas, con las situaciones, es la que me contó María Eugenia”.
Tras cartón, ambas llegaron a la conclusión de que fue Bam Bam el responsable del distanciamiento.
“Si Iván hubiera sabido el daño que me causó, quizás no lo hubiera hecho, pero para mí desde el 2004 hasta hace unos poquitos años atrás, fueron una cantidad de denostaciones, de inventos, se decía cualquier cosa, de alguna forma me descalificaban continuamente y fue súper duro para mí. Siempre he hablado que me gustaría encontrarme con él y poder solucionar las cosas y no pensaba que en el fondo él ha tratado de dejarme a mí como la mala y él el bueno. Eso me duele porque me acabo de enterar”, rematará Larraín.
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