Daniella Campos y Titi Ahubert rompen el silencio y hablan sobre épico mechoneo: sale a la luz llamativa reacción de Zamorano

Daniella Campos y Titi Ahubert hablan sin filtro sobre lo ocurrido a fines de los 90, cuando ambas luchaban por el corazón de Iván Zamorano.
Daniella Campos y Titi Ahubert hablan sin filtro sobre lo ocurrido a fines de los 90, cuando ambas luchaban por el corazón de Iván Zamorano.

Ambas comunicadoras le sacaron el rollo al escándalo que protagaonizaron en la discoteque Skuba en Todo por la tele, 25 años de farándula, nuevo docuserie de La Cuarta, La Tercera y Glamorama.

Aunque ya pasó un cuarto de siglo, no son pocos los que recuerdan como si hubiera sido ayer el famoso mechoneo que involucró a Daniella Campos y Titi Ahubert, el cual tuvo lugar el 25 de julio de 1999 en la discoteque Skuba, reciento favorito de los famosillos a fines de la década de los 90.

En ese lugar, ambas féminas protagonizaron un momento de alto impacto, el cual quedó marcado como el inicio de la farándula en Chile. Y cómo no, si las dos armaron flor de escándalo y todo por el corazón de Iván Zamorano, que en ese minuto había terminado recientemente su relación con la mayor de las gemelas.

Así quedó en evidencia en Todo por la tele, 25 años de farándula, docuserie de La Cuarta, La Tercera y Glamorama, que este lunes tuvo su capítulo debut y que cada semana estrenará un nuevo episodio donde se le sacará el rollo a algunos de los momentos más emblemáticos del jet set criollo.

De hecho, en esta primera entrega tanto Campos como Ahubert alzaron la voz y recordaron el épico momento que se registró en el mencionado local nocturno. Por ejemplo, la Dani confirmó de entrada que el famoso mechoneo “nunca existió” y que sólo se enteró del cahuín cuando se vio en las portadas de los diarios. En tanto, Titi ironizó al respecto. “Bueno, fue un fantasma entonces”, dijo entre risas.

Luego, ambas se sinceraron y hablaron sin tapujos sobre el escándalo que remeció el mundo del espectáculo, pues en ese minuto se había confirmado que Bam Bam ya habría iniciado una especie de romance con la ex Mekano.

“Hubo un acercamiento y yo creo que se pensó que podría pasar algo y no pasó. Bueno, pasó igual porque a mí igual me tiraron el pelo, pero fue la amiga de la Titi Ahubert, pero nunca lo conté siquiera”, relató la periodista.

Y sobre la misma, agregó: “Me acuerdo que estábamos los dos con Iván, miramos la portada y dijimos ‘en qué momento pasó todo esto. Y un mal consejo nuevamente que me dio Iván fue: no tomar en consideración esa noticia y que la dejáramos en el fondo, dentro del concepto del cahuín. Y no nos hiciéramos parte de esa noticia. Creo que fue el mayor error”.

Luego, compartió una profunda reflexión sobre el complejo momento que enfrentó debido al asedio de la prensa rosa.

“Me tocó lidiar con una prensa descontrolada, donde no había respeto ni a las personas ni tampoco a la vida privada. Ni tampoco había respeto por la información, diría yo”, sostuvo. Eso sí, contó que a pesar de que no lo disfrutó tanto como se pudiera pensar, de todas formas “valió la pena”.

¿Y qué dice Titi?

Por su parte, Titi Ahubert juró que el agarrón de pelo sí fue fue real. “Lo recuerdo y me da risa, pero en el minuto en que me pasó, yo lloraba”, dice tras rebobinar el casette.

Además, confiesa que “me pilló súper desprevenida, fue un momento súper desagradable”.

“Tenía mi cartera en el auto de Iván. Era como ‘permiso, permiso’, porque la Daniella se sentó en el auto de Iván y no salía. Entonces yo me meto, ‘permiso’. Saco mi cartera y me mandé a cambiar. Me fui. Me acuerdo que yo llegué en la noche de esta discoteque y desperté a mi mamá. Le cuento y al día siguiente estaba en todos los medios de comunicación. En los matinales”, relató.

De hecho, el revuelo fue tal que le salpicó a nivel familiar.

“Entonces mi papá llegaba del trabajo y se escondía entremedio de los matorrales esperando que se fuera la prensa, porque llegaba la prensa a mi casa. Fue una etapa y un periodo súper invasivo, pero yo no sentía dolor, mi papá sí”, afirmó.

De todas formas, admite que no se echó a mirar y que aprovechó el minuto para obtener algunos dividendos personales.

“Me empezaron a invitar a programas. Uno tiene que aprovechar el momento y para mí fue bueno. Me compré mi auto, parte de la universidad me la pagué yo”, indicó.

Eso sí, a modo de cierre, también lanzó una ácida reflexión sobre el recordado episodio.

“Aprendí a conocer, entre comillas, un poquito la maldad, porque yo era joven también (la gente decía) ‘pero quién es esta niñita, si esta niñita no es nadie’. Como celos mediáticos. Pasé de ser un a persona piola, a ser una persona totalmente expuesta, como si fuera famosa. De ahí hubo una explosión y un cambio en la televisión, porque fue el rompimiento de algo y el comienzo de algo nuevo. No existía la farándula en Chile”, remató.

Por último, en el misma docuserie se reveló que, de acuerdo a las fuentes que en ese entonces filtraban información, Zamorano, quien había llegado con Titi al carrete, sintió miedo de la reacción que pudo tener Daniella y decidió irse con ella.

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