Después de casi veinte años, el premio que entrega la barra pop tiene nuevo diseño. Se encargó de ello el equipo de Artífice3D, empresa dedicada a “integrar orgánicamente” la impresión 3D en nuestro país. “Es un orgullo enorme y también una gran responsabilidad”, admiten. “Se siente de cierta forma como un reconocimiento hacia nosotros y a nuestro trabajo”.
Días atrás, Catalina y Braulio se hallaron con un mensaje —una idea— difícil de tragar, difícil de ignorar.
Cinco años de experiencia en esto les han permitido implicarse de lleno en proyectos que basculan entre eventos internos de las grandes marcas y campeonatos de eSports oficiales, imprimir más de diez mil piezas, colaborar con medio millar de empresas. Sentirse —según destacan en su sitio web— “líderes” aquí, en Santiago, y también “a lo largo de Chile”. Pero la propuesta de construir el nuevo Copihue de Oro, premio que otorga el público a través de La Cuarta a lo mejor del entretenimiento y el espectáculo. Eso ya era otra cosa.
El cambio, cuenta Ignacio Bazán, editor general de medios digitales de Copesa, “responde a un año bisagra en la historia del premio”. En diciembre se cumplen veinte años de la primera entrega, y por ello, “sentimos que teníamos que modernizarlo”. Esto es: “Hacerlo más pop, un poco más minimalista, con materiales más de estos tiempos, porque a las categorías tradicionales vinculadas al mundo de la tevé, sumamos varias categorías dedicadas al mundo digital”.
“Puede que sea una sorpresa para muchos al comienzo”, asume Bazán, “a veces los cambios cuestan, pero creemos que este nuevo Copihue es un reflejo mucho más fiel de la esencia del premio hoy y también, de La Cuarta”.
En la búsqueda de ese esfuerzo es que apareció Artífice3D, la empresa de Catalina Calderón y Braulio Rossel, dos entusiastas de la tecnología de impresión 3D que, convencidos de su eficacia, tuvieron el arrojo de fundar “ese lugar” donde “poner en práctica las habilidades y disciplinas” que desarrollaron “desde niños”.
—¿Por qué trabajar con la impresión 3D?
—La impresión 3D es muy versátil. Permite iterar y modificar archivos casi en tiempo real, sin la necesidad de fabricar moldes costosos o grandes matrices. Eso hace que sea mucho más ágil probar ideas, corregir errores y llegar a un resultado final más confiable. Además, uno puede ajustar fácilmente la cantidad de piezas que se necesitan, lo que la hace perfecta tanto para proyectos a gran escala como para trabajos pequeños o altamente personalizados. Para nosotros, la clave está en la flexibilidad, ya que cada pieza se puede adaptar sobre la marcha, acelerando el proceso de producción y reduciendo riesgos. Todo esto se traduce en un espacio de libertad creativa enorme, que a su vez nos permite brindar soluciones únicas a quienes se nos acercan con sus ideas.
A contar de diciembre de 2019, en Artífice3D se han encargado de diseñar piezas para empresas como Huawei, Sodimac o Bancoestado, trofeos para los torneos que se celebran en Festigame, Gamercity y Expogame —”aquí es dónde más aflora nuestro espíritu gamer y friki”, reconocen— y colaboraron con la Escuela de Arte de la Universidad Católica. Una interacción que, explican, les permitió “integrar nuevas perspectivas artísticas” a sus trabajos. “Cada pieza que creamos ahora lleva consigo una combinación más rica de arte y tecnología”.
—¿Cuáles son las ventajas de construir un galardón personalizado con impresión 3D?
—Lo primero es la total personalización. Se pueden diseñar geometrías complejas y adaptarlas según los requerimientos de cada cliente, sin tener que fabricar moldes costosos. Además, la impresión 3D nos deja prototipar y ajustar en tiempo real, lo que ahorra recursos y reduce la incertidumbre.
—¿Cómo se presentó la oportunidad de construir el nuevo Copihue de Oro?
—Nos contactaron con la idea de darle un aire renovado, manteniendo su historia pero conectándolo con la actualidad. Nuestra experiencia fabricando trofeos y estatuillas fue un factor, pero lo más importante fue que pudimos interpretar lo que el premio significaba para la organización y para el público que vota. Desde el principio, dedicamos tiempo a entender la esencia del Copihue de Oro, la tradición que arrastra y la emoción que genera en quienes lo reciben. Creemos que esa empatía fue clave para que confiaran en nosotros para liderar este cambio tan significativo.
—El Copihue de Oro se entrega desde diciembre de 2005 y siempre tuvo un diseño particular. ¿Representa un reto especial para ustedes abrir otra era con el nuevo galardón?
—Claro que sí. El Copihue de Oro anterior es parte de la memoria colectiva y admiramos profundamente el trabajo que hubo detrás de ese diseño. Pero también sentíamos que Chile, y lo que significa “lo pop” ha cambiado con el tiempo, así que el trofeo debía reflejar esta evolución. Queríamos algo moderno, que respetara la flor nacional y su simbolismo, pero que, a la vez, hablara de un Chile actual y diverso. Trabajar en esta versión renovada fue un honor y a la vez un desafío creativo importantísimo. Nuestra intención fue mantener la magia del evento, dándole un nuevo aire que lo conectara con la cultura y las tendencias de hoy.
—¿Qué significa para ustedes realizar un trofeo con tanta historia como el Copihue de Oro y que además se entrega por voto popular?
—Es un orgullo enorme, y también una gran responsabilidad. Este premio no sólo celebra a quienes lo reciben, sino que representa la opinión de mucha gente que participa con sus votos. Sentir que nuestro trabajo se convierte en la pieza que materializa esa voz popular se siente muy especial. Cada trofeo lleva consigo un pedacito de nuestra pasión y esfuerzo; saber que esa pieza termina en manos de alguien que ha sido elegido por el público hace que nos sintamos parte de la historia de cada ganador.
—Sobre el proceso creativo del Copihue: ¿cuál fue la inspiración, la idea inicial? ¿Cómo llegaron a este diseño?
—Queríamos simbolizar la evolución de cada artista y figura premiada. Por eso, nos inspiramos en un copihue que emerge de un bloque de oro a medio esculpir, representando esa trayectoria en constante construcción. Cada premiado ha ido esculpiendo su propio camino, y al mismo tiempo, siempre le queda algo por desarrollar en su carrera. El copihue, como flor nacional, es un ícono que atraviesa generaciones. Mostrándolo en pleno proceso de “esculpido”, reforzamos la idea de que la excelencia y el talento siguen creciendo y puliéndose con los años.
—¿Consideran que el Copihue de Oro es uno de sus proyectos más importantes?
—Todos los proyectos que hemos realizado son importantes, pero este sin duda es muy especial por la historia y popularidad que lo rodean. Va más allá de un simple trofeo. Es un símbolo de la cultura pop chilena y de la voz de la gente que vota. Poder darle una nueva imagen a algo tan emblemático es un hito en nuestro camino y representa la confianza de quienes nos eligieron. Se siente de cierta forma como un reconocimiento hacia nosotros y a nuestro trabajo. Además, el reto creativo y la exposición que conlleva hacen que sea un punto de referencia para quienes buscan trofeos o galardones con un sello auténtico y personalizado. Es un gran honor para nosotros.
—¿Quién —o quiénes— les gustaría que se lleve este nuevo Copihue de Oro que diseñaron?
—Nos encantaría que el trofeo estuviera en manos de algún comediante del stand-up nacional. Algunos nombres que nos gustan son Luis Slimming, Edo Caroe o Claudio Michaux, pero al final, es el público quien decide.
La edición XIX del Copihue de Oro se celebrará este miércoles 29 de enero con un evento que promete ser inolvidable. En esta oportunidad, el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) será el punto de encuentro donde se premiará a las y los mejores exponentes de la industria del entretenimiento nacional.