La periodista de espectáculos compartió algunos episodios poco conocidos del Festival en sus historias de Instagram; desde un abrigo que Emmanuel obsequió a Antonio Vodanovic, a la pena negra de Cecilia Bolocco en 2001.
Por segundo año consecutivo, Viña no tendrá Festival. Acaso el evento más importante del espectáculo chileno, ha dejado variadas historias entre los rincones de la Quinta Vergara y sus espacios aledaños. Algunas de estas han sido reveladas por la periodista especializada en espectáculos, Cecilia Gutiérrez, a través de sus historias de Instagram.
El atropello de Camiroaga
Ocurrió durante la tradicional gala del Festival, cuando el “Halcón” hacía dupla de animación junto a la periodista Soledad Onetto -entre 2009 y 2010-. “Camiroaga cuando conducía el auto en que llegó con Sole Onetto a la gala. Atropelló sin querer el pie de un carabinero”.
Al menos, en lo inmediato, el infortunio no tuvo consecuencias para el animador. “Lo fueron a buscar al hotel después, pero no se lo llevaron detenido”, cierra Gutiérrez.
La pena de Cecilia
El nuevo siglo abrió con Cecilia Bolocco y Antonio Vodanovic en la conducción del Festival. En el 2000, la ex Miss Universo había dado que hablar con el episodio del “boloccazo”, al momento de bailar en la obertura inicial. Pero al año siguiente, su cabeza estaba en otra cosa; su relación con el expresidente argentino, Carlos Saúl Menem.
Fue entonces que Bolocco preparó todo para hacerse un tiempo con su futuro marido entre cada jornada de Festival. “En 2001 Cecilia Bolocco arrendó una casa para esperar a Carlos Menem que vendría a verla animar el Festival”, cuenta Cecilia Gutiérrez.
Sin embargo, ocurrió que todo se fue al carajo. “Él nunca llegó y ella lloró por eso en un evento en el casino”, agrega la periodista. Pese a todo, la pareja se casó el 26 de mayo de ese año, en un evento que se organizó como si fuera una fiesta popular, y tuvo locro en el menú.
La Gaviota de Tonka
En el 2007, Tonka Tomicic se preparaba para su segundo Festival como animadora, en dupla con Sergio Lagos, quien ya acumulaba más minutos en escena tras animar con Myriam Hernández. Fue entonces, que tuvo una particular historia.
“El segundo año que Tonka animó el Festival, durante un ensayo vio una perrita que jugaba sola en la Quinta Vergara. Tenía tres meses. Tonka la adoptó y le puso Gaviota”, cuenta Cecilia Gutiérrez.
La broma que gatilló el Marlenazo
Pero Viña 2007 dejó otro momento para la memorabilia pop; la showoman Marlén Olivari era parte del jurado del evento, y al momento de ser presentada por los animadores, se levantó de su asiento, y con su mano derecha se ajustó su vestido, movimiento con el que dejó al descubierto parte de sus senos.
La misma Olivarí le detalló a La Cuarta que todo surgió a partir de una idea de Felipe Camiroaga, quien se sentaba a su lado en el palco del jurado. “Me tomé el vestido como para estirarlo por las arrugas y efectivamente se me salió una… Yo encontré que era una locura lo que él me propuso, pero sin querer queriendo funcionó”.
Según Cecilia Gutiérrez, el “Halcón”, lo había lanzado como una broma. “Fue Felipe Camiroaga quien le dio la idea a Marlén Olivarí de bajarse el vestido y mostrar más de la cuenta...se lo dijo como broma, ella lo tomó en serio”.
Un pantalón para “er niño”
Ocurrió en 2019, cuando Raphael, un veterano de la canción ibérica quien se ha presentado en seis ocasiones en el Festival, se alistaba para su presentación del lunes 25 de febrero.
“En su última presentación en Viña. Raphael tuvo que actuar con unos pantalones que le prestó Martín Cárcamo, porque su vestuarista olvidó los suyos en el hotel”, cuenta Cecilia Gutiérrez.
El abrigo de Emmanuel
El mexicano Emmanuel se ha presentado en seis ocasiones en el Festival de Viña. Pero la de 1989, es recordada por cantar su éxito “La última luna”, vestido de abrigo y sombrero, bajo los gritos de sus admiradoras desde la platea.
Pero ¿qué pasó con el el abrigo y el sombrero? “Emmanuel le regaló a Antonio Vodanovic el abrigo de cuero y el sombrero con el que cantó ‘La última luna’ -escribe Gutiérrez-. Años después, el animador le regaló el abrigo a un productor que tenía problemas económicos”.
El hijo adoptivo
En el 94′, una de las figuras promisorias de la industria musical era el español Alejandro Sanz, quien fue invitado como jurado. Pero su debut en Viña el 20 de febrero, que debió ser un momento estelar, acabó como un fiasco debido a los problemas técnicos que le impidieron desplegar su show.
La historia es conocida; Sanz se retiró muy compungido de la Quinta Vergara y al día siguiente, como una suerte de desagravio, fue invitado por Miguel Bosé a cantar “Nada particular” en el escenario.
Pero Sanz no sólo hizo buenas migas con Bosé, sino que con otra integrante del jurado. “Eli de Caso compartió jurado con Alejandro Sanz y lo adoptó como un hijo -cuenta Cecilia Gutiérrez-. Lo llevó incluso a su casa”.
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