La actriz visitó el recinto con un acompañante muy especial.
Demi Moore dio que hablar luego de visitar el mítico Museo del Louvre y se sacó una foto frente a la Mona Lisa acompañada nada más ni nada menos que de su mascota Pilaf.
La duda de sus seguidores fue inmediata: ¿cómo ingresó el perro al museo si está prohibido? Y fue la misma actriz que mostró cómo escondía al pequeño can en su blusa.
“Triste cuando las celebridades abusan de su fama y llevan a sus mascotas a lugares donde la gente común no puede. El Louvre tiene una política de no mascotas con una exención de animales de servicio. Demi Moore deberías saberlo mejor”, le reprochó un furioso seguidor.
La hazaña de la intérprete tiene casi 30 mil likes en Instagram y no ha respondido a ninguna de las críticas que se le hicieron.