Un día en fotos con la querida Karla Constant en su mejor año

Desde las 5.30 AM la animadora del matinal de Mega está siempre "dándolo todo" en pantalla y luego con sus dos hijos, el centro de su vida. "Voy a ser muy honesta: Creo que soy una afortunada", dice la conductora en el top de su carrera.

Junto con ser uno de los rostros más queridos de la televisión, Karla Constant es una súper mamá que desde las 5.30 AM, cuando se levanta para partir al matinal de Mega, hace "malabares" para también darles el mayor tiempo y dedicación posible a Pedro, de 10 años, y Rocco, de dos.

Pero todo vale la pena, cuenta la animadora que cumple un año en el programa de las mañana del canal privado donde aparece siempre impecable para contar historias entretenidas, celebrar las de sus compañeros y mantener en alto el espíritu del programa durante cinco horas.

"Voy a ser muy honesta: Creo que soy una afortunada", dice la conductora de 45 años que se instaló como uno de los rostros televisivos más cálidos y que aquí comparte los detalles de uno de sus agitados días.

Tirando pa' arriba desde las 05.30

"Me levanto a las 5.30 automáticamente. No soy de esas personas que dicen 'cinco minutos más'. Mi alarma suena una vez y ya estoy levantada. Me meto rápidamente a la ducha. Me encremo todos los días, y me demoro harto ordenando la ropa y accesorios.

Lo más tarde que salgo es a las 6.30. En el camino a Mega llevo algo calentito en un tazón gigante, un cortado o algo por el estilo, para ir despertando. Voy escuchando pura música tiradora pá arriba. Me encanta la onda disco o el pop.

A las 7 estoy en el canal. Me maquillo, peino y entro al estudio como a las 7.45. Igual me demoro. Me ponen el micrófono, el sono y partimos el programa.

Es religioso partir el matinal con mi tazón con café cortado, siempre. No sé si es sicológico, pero me ayuda para estar con pilas durante las cinco horas del programa, que termina a las 13. Entremedio, en comerciales, voy tomando desayuno, un pan con huevo, algo con proteínas para mantenerme con energía".

Tarde con los chicos

"Salimos del programa y nos vamos pauta a las 13.30. A las 14.30 termino, si es que no me toca algo como ir a grabar un móvil, porque de repente hacemos esas salidas, como la que hice a La Serena por el matinal, en el Trepa por Chile. Pero comúnmente salgo a las 14.30 y me voy a mi casa. Estoy un rato con mi marido. Trato de almorzar con él.

Después voy a buscar a Pedro al colegio. Vuelvo a la casa y estoy con Rocco. Siempre trato de tener tiempos con mis niños en las tardes. A veces tengo eventos o comidas personales, pero por lo general me voy rajada a la casa y comparto con ellos.

Cuando está mejor el tiempo, salimos a los parques, a las plazas, a tomar un helado, a hacer algo. Intento que tengamos actividades. O nos quedamos en la casa nomás. Privilegio esa cantidad de tiempo con ellos, porque es fundamental. Fines de semana igual. Soy de mis niños absolutamente".

Sin gluten ni azúcar

"Muevo algo el cuerpo en los tiempos que puedo. Hay momentos que me levanto a las 5 para alcanzar a hacer elíptica, entrenamiento funcional, etc. Y si no, intento cuidar la dieta y hacer ejercicios unas tres veces por semana.

Cuido la dieta lo que más pueda. Dicen que equivale al 75% para estar bien, y el resto es ejercicio. Eliminé el glúten, los lácteos y el azúcar. No tengo ningún tipo de enfermedad, pero siento que el cuerpo funciona mejor.

Eso no significa que si voy a comer a una casa y hay pizza, no comeré pizza. No es que me vaya enfermar o sea intolerante al glúten o la lactosa. Pero, como dicen que son inflamatorios y hacen mal, los fui eliminando de a poco. Y el azúcar es porque tengo la glicemia alta.

Trato que los niños se duerman temprano y finalmente quedo libre como a las 22, y a acostarme. Ante leía mucho, veía muchas series. Antes hacía muchas cosas. Ahora mi vida, en resumen, es mi trabajo y mi familia. Son dos bloques. Si estuviera soltera y no haciendo el matinal, destinaría una o dos horas a entrenar, por ejemplo.

No voy tan seguido a la peluquería, porque significa dos o tres horas que no estoy en mi casa. Es que hago malabares para tener tiempo con mis hijos. Son mi prioridad. Le doy más el tiempo a ellos que a mí".

Con todo a la cancha

"Cuando hacía los reality, alcanzaba a ir a dejar a Pedro al colegio. Tenía días de grabación que podía estar en mi casa. El matinal a me encanta. Se me va mucha energía, porque entras a la cancha dándolo todo. Lo paso muy bien.

Me encantaría tener un espacio para dormir una siesta. Aunque soy una agradecida de poder tener tiempo para poder llevar a mis niños al doctor, a una plaza. La mayoría de la gente no tiene esa suerte. Entonces, si tengo un tiempo, se lo destino a ellos.

Cuento con una gran red de apoyo, y eso es fundamental, porque si tú no puedes, alguien tiene que ir a buscar a los niños al colegio, alguien tiene que ir a la reunión. Antes, en las grabaciones de noche, siempre he contado con una súper nana, mi mamá, y Andrés, mi marido.

No me siento una mamá ni agotada, ni angustiada. Voy a ser muy honesta: Creo que soy una afortunada".

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