El cantante se desahogó y se refirió a los duros momentos que atravesó debido a las adicciones.
A corazón abierto. Así fue la íntima entrevista en el "De tú a tú" a DJ Méndez, quien habló de lo humano y lo divino con Martín Cárcamo.
Y en esa onda, el cantante rompió el silencio y recordó sus años más oscuros. Uno de ellos fue cuando empezó a delinquir junto a su pandilla en Suecia cuando sólo era un adolescente.
Durante la charla, reveló que lo primero en el primer ilícito en el que participó fue el robo a un auto. De hecho, reveló que uno de sus amigos le enseñó a abrirlos, y que tenía un particular récord: se demoraba un minuto y trece segundos en hacerlo.
Tras cartón, el intérprete de "Estocolmo" conoció a otras personas con quienes hizo asaltos armados. "No me gusta hablar de eso, pero igual ha sido parte de mi infancia porque era menor de edad. No es excusa pero es más fácil. Hoy en día, no hay forma que me quisiera meter en un mundo así. Me da dolor porque uno hace sufrir a la gente. Yo lo hacía por odio que estaba teniendo al mundo", descaseteó.
Además, contó que realizaba asaltos de todo tipo. Incluso, compraban armas en el mercado negro, aunque aclara que nunca le disparó a nadie. "Tuve la suerte de no haber llegado tan lejos. Otras personas sí".
Por otro lado, recordó el día que lo fueron a buscar a su casa tras una serie de robos.
"Me acuerdo que fue un día que no fui al colegio porque estaba haciendo la cimarra. Despierto porque sentí algo helado (al lado de su cabeza). Me voy a dar vuelta y escucho en sueco: 'no te muevas o te disparo'. Después siento que se tiraron encima. Mi mamá vio ese momento. Me da dolor por mi madre. Cómo me sacan de ahí, me ponen una polera para llevarme a la patrulla. Mientras supe que estaban buscando al resto de la banda. A mi mamá la empujaron. Fue terrible", afirmó.
Además, el papá de Leíto recuerda que en esa época tenía 16 años y estuvo un mes y medio encerrado en un calabozo. Lo interrogaban todos los días y después lo cambiaron a una cárcel de menor por un par de meses. Le dieron la oportunidad de salir, y llegó a un estudio musical y cambió su vida. Posteriormente, nunca más volvió a delinquir.
"Tengo 45 años y esto sucedió hace 30 años atrás. Yo cuento mi historia sin ningún problema, aunque duela, porque sé que hay jóvenes que también necesitan entender qué quieren hacer", reflexionó.
De todas formas, los excesos continuaron por un largo rato en la vida de DJ Méndez. Y eso en cierto punto le generó complicaciones en su vida familiar.
"Siempre quise ser papá. Siento que es parte de mi paso por esta tierra. Amo ser papá. Fueron seguidos, pensados y queridos. A los 26 hasta ahí no más llegamos como pareja, como matrimonio, como familia, y ahí caigo en rehabilitación por alcohol. El ser reconocido como músico y todas las regalías que trae esto, la vida nocturna, los contactos, las fiestas y todo lo que pasa cuando uno no sabe o no tiene control, no me ayudó en nada. Me pasó la cuenta. Ninoska se dio cuenta que yo estaba en mi mundo. Prefería irme de gira que estar en la casa. Nuevamente la vida me pone una prueba que no supe manejar. Entró mucho dinero donde tampoco lo supe manejar. Me consumió todo lo de la noche", sostuvo.
Además, agregó que para sus conciertos y entrevista estaba drogado y con alcohol en el cuerpo. Las mañanas comenzaban con una botella de whisky. Incluso, mencionó que consumía cocaína, pero no marihuana a pesar de lo que la gente cree, no lo hace.
"Lamentablemente era lo más fuerte, heroína y cocaína. Y eso es terrible porque lo inyectable te puede traer SIDA. Mi cuerpo estaba hecho pedazos. Hasta que no pude más. Llegué a rehabilitación pesando 45 kilos". Para Méndez, la persona que lo llevó a rehabilitarse fue el dueño del sello discográfico porque Leo no iba a sus concierto. Por lo mismo, había muchas demandas en su contra.
Cómo lo quería mucho, le dio dos opciones: rehabilitación con contrato, o se rompe la relación y hace lo que quiere. "Nuevamente la vida me estaba dando una oportunidad. ¿Dónde tengo que ir?". Tras cartón, lo llevaron a una clínica de rehabilitación en donde iban famosos y empresarios.
"La primera noche fue una de las peores noches. Yo lloraba del dolor. Tu cuerpo tirita entero. Los primeros diez días son terribles. Andaba idiota. No podía ni siquiera hablar de la rabia, del dolor. Me inyectaban por los calambres. Es un infierno en la tierra. Gritaba del dolor. Me daban tranquilizantes musculares. Pero después ya nada", recuerda sobre su proceso de desintoxicación.
La rehabilitación de DJ Méndez
Y de la rehabilitación se fue directo al escenario de Eurovisión. Era la primera vez que un músico que canta en español e inglés está en ese festival. Se presentó con "Adrenalina".
"Era la primera vez que me subía a un escenario sin alcohol o alguna sustancia en mi cuerpo. Venía de rehabilitación. Tuve que recuperar la confianza de mis hijos. Sé que a ellos no les gusta verme tomar una copa de lo que sea", le contó al "rubio natural".
Después de sus tres hijos mayores, tuvo dos pequeñas. Con la mamá de ellas estuvo viviendo en Concón un par de años. Luego estuvo con Marcela, a quien conoce desde los 17 años pero cuando eran jóvenes, ella no lo pescó ni en bajada. Se encontraron años después.
"Marcela es la que más me apañó en todos mis episodios. Yo vi como ella estaba cayendo en esa tristeza de la burbuja de Chicureo. No aguantó más. Creo que hizo lo posible hasta lo que más pudo. Después lo hablamos y quería volver a Suecia. No creo que quiera volver. Pasamos momentos muy lindos pero esa tristeza que tuvo de que tanta lucha para llevar adelante la familia, no se pudo no más", cerró.
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