En 2019 decidió dar un paso al costado de la tele. Desde ahí se ha enfocado en la escritura de guiones. Ahora, acaba de estrenar el thriller Viaje a Viña. “Me gustaría que mis audioseries entraran al mercado latino”, confiesa a La Cuarta sobre su trabajo como guionista. También lanzará una nueva obra de teatro, Match. Y ya piensa en escribir otra historia; de hecho, les extiende una invitación a reconocidos actores nacionales para que sean los protagonistas.
“Sin duda que influyen”, admite Álvaro Rudolphy sobre el efecto que ha tenido en su escritura haber sido “el malo” en recordados dramones televisivos como Alguien te mira (TVN), Perdona nuestros pecados (Mega) y Juegos de poder. “Cuando uno trabaja personajes de villano, o en teleseries con el género del thriller, uno aparte de meterse en la historia, está constantemente leyendo a estos personajes tan bien escritos por algunos guionistas de estas importantes teleseries”, comenta el actor a La Cuarta.
“Sin duda que uno va descubriendo, se va metiendo, entendiendo cómo es la pluma y cómo se desarrolla un personaje de villano”, plantea. “Es como si uno lee muchos cuentos, se hace, sin duda, más fácil contar cuentos”, pone de ejemplo. “Es básicamente la información que he recibido haciendo ese tipo de personajes”.
Sucede que después de interpretar al vil Mariano Beltrán (un corrupto candidato a la presidencia de Chile) en Juegos de poder durante el 2019, el actor decidió dar un paso al costado de los drama en la TV para enfocarse en otra cosa. Y su distanciamiento de la pantalla chica ya da resultados: el pasado 19 de mayo, estrenó Viaje a Viña, audioserie producida por Emisor Podcasting y que él mismo escribió.
En principio, la trama suena bastante simple: dos sujetos viajan de noche desde Santiago a Viña del Mar. Uno de ellos es un chofer de aplicación, interpretado por Daniel Alcaíno, y el otro es el pasajero, encarnado por Diego Muñoz, quien se dirige con apuro posible a entregar un maletín cuyo contenido se desconoce. Sin embargo, se deduce que esconde algo de mucho valor. Son cuatro capítulos en total —que se pueden escuchar en Spotify y Emisor Podcasting— y, a lo largo de la trama, el propio guionista, Rudolphy, aparece con un papel.
Sobre por qué Alcaíno y Muñoz fueron los escogidos para protagonizar esta historia, “creo que eran los actores precisos para los personajes precisos”, declara. “Los dos son grandes actores, están dentro del rango etario, del perfil vocal que necesitábamos”, explica. “Y la verdad que fue un desempeño muy bueno el que tuvieron”. De hecho, admite que “me impresionó trabajar con ellos en esta audioserie, porque los dos tuvieron un nivel profesional de entrega y responsabilidad súper bueno para poder desarrollar y construir los personajes”.
El método
Al escribir, el entusiasta guionista no tiene un “rutina específica”, sino “la necesidad, a veces, de sentarme frente al computador y, a veces, esperar a que llegue la inspiración, o sentarme ya inspirado, y trabajar, y trabajar, y corregir sobre lo trabajado, escribir, volver a escribir”, detalla.
Es decir, básicamente su método se basa en hacer el siguiente ejercicio mental para enfocarse: “Ya, voy a ocupar un tiempo hoy en la mañana, o en la tarde me sentaré frente al PC y trataré de terminar el trabajo que empecé o empezar una nueva ficción”. Sin embargo, advierte, no es “no es tan rígido como con un horario de oficina”, lo que tampoco implica que sea lo contrario y “tan relajado como esperar a que llegue la inspiración divina”. O sea, plantea, “es obligarse en ciertas oportunidades a generar, desarrollar una idea y corregirla”.
Hace un par de meses, en entrevista con Martín Cárcamo para De tú a tú (Canal 13), el actor habló sobre sus razones para alejarse de la tele: “Me carga emocionalmente cuando hago un personaje, sin duda, estás trabajando con emociones (...) Trato de trabajar con la mayor verdad posible; la emoción la vivo”.
Respecto al efecto que le genera significa aquello, dice:
—Me genera un poco lo mismo —haciendo alusión a su trabajo en teleseries—, pero visto desde afuera, con menos intensidad. O sea, los personajes se trabajan, al menos en la manera que siento y trato de hacer cada vez que interpreto, desde la emoción. El personaje sin duda tiene un objetivo y ciertas barreras que pasar, pero funciona en toda esa narrativa desde una emoción. La emoción es un motor, ya sea la rabia, la pena o el amor. Siempre hay una emoción que está tiñendo su actuar. En la escritura uno trabaja mirando al personaje desde fuera, pero también se mueve con una emoción, pero es distinto a la actuación, donde uno vive la emoción y la interpreta desde la emocionalidad propia del actor. Aquí es el escritor que se imagina la emoción y se la tiene que entregar al personaje.
Las tablas
Ahora, también acaba de terminar de escribir Match, una obra de teatro. Se trata de un melodrama que se estrenará en junio en el Teatro Mori de Vitacura, y que lo tendrá a él como protagonista junto a Marcela del Valle, mientras que la dirección estará a cargo de Cristián Zuñiga.
—Ese es mi actual proyecto de guion y escritura —comenta—. Eso en este momento me tiene ocupado en gran parte de mi tiempo, aparte de algunos proyectos a futuro que vienen a nivel de audioserie; estamos evaluando. Pero, por el momento, estamos afinando unos detalles para este próximo estreno.
“Match es un drama con tintes de comedia”, precisa. Es la historia de un hombre maduro —a quien Rudolphy da vida—, que hace “match” en una app de citas con una mujer joven —interpretada por Marcela—. “Este encuentro se produce en el departamento de él, que todo indica que va a ser un encuentro pasional y emocional, y empieza a transformarse en algo muy particular, empiezan a aparecer los verdaderos personajes de esta cita, él y ella, donde pasa a ser, por momentos, un desencuentro”, adelanta. “Hay harto humor negro e intensidad”.
Este es el regreso de Rudolphy a las tablas como actor y a la dramaturgia. Eso sí, respecto a tele, ya ha dicho que no necesariamente es para siempre, le hace el quite a la frase “de esta agua no beberé”.
—¿Qué echas de menos de las teleseries?
—Echo de menos la complicidad que se generaba con mis colegas actores. Esos meses y meses de trabajo, los cuales producían relaciones de amistad, compañerismo, muy entretenidos, compartir con varios colegas que hace un tiempo he dejado de ver. Esa suerte de trabajo lúdico lo echo de menos, pero igual lo logro en la obra de teatro, en que uno empieza a compartir y convivir durante harto tiempo con otros actores y actrices
—¿Qué actor te gustaría que protagonizara una audioserie tuya?
—Uff, muchos actores —contesta—... Me gustaría que mis audioseries entraran al mercado latino, a Argentina; me encantaría que Ricardo Darín o Guillermo Francella (las protagonizaran). De acá, de Chile, Daniel Muñoz, la misma Paola Volpato o la Sigrid Alegría, pero ya los voy a convocar. En mi próxima audioserie van a estar, ojalá que puedan.
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