“En mi hogar no hay fotos de mi mamá”, partió contando en Contigo en la mañana. “Y mi hijo apuntaba, como si la estuviera mirando”.
Eduardo de la Iglesia revivió una potente experiencia en torno a su madre, quien murió en un accidente automovilístico en Viña del Mar cuando él tenía tan sólo ocho años.
Según sinceró el co-conductor en Contigo en la mañana, cuando en el estudio hablaban de experiencias paranormales, admitió que “no creía en estas cosas”, o al menos hasta “cuando mi hijo mayor tenía tres años —hoy tiene doce—, apuntaba a un lugar y decía: ‘mamá, la mimí‘“.
“Mi mamá, la mimí, murió cuando yo tenía ocho años”, recordó él. “Mi señora (Pamela Ibarra) se moría de susto”, detalló sobre aquel comportamiento de su primogénito.
Un día, Pamela llamó a Eduardo para que se fuera de inmediato a la casa: “En mi hogar no hay fotos de mi mamá”, relató. “Y mi hijo apuntaba, como si la estuviera mirando”, frente a lo cual “yo le decía a mi señora que estuviera tranquila”, porque “qué rico que fuera mi vieja”, a pesar de que le daba “nervio”.
Experiencia con médium
Tres meses después, en el matinal de La Red debía hacer una nota de sucesos paranormales, “donde había que grabar una sesión con una niña muy conocida”, detalló sobre su experiencia con una médium.
“Yo no creía en estas cosas y cuando estábamos en la nota no me dijo nada; pero cuando me iba, me dijo: ‘Te tengo que decir algo’”, continuó. “Me dijo: ‘una mujer me comenta algo de tarallines‘“.
Aquel mensaje le hizo sentido a Eduardo: “Claro, cuando yo era chico y llegaba del colegio, le preguntaba a mi mamá si había hecho tallarines”. Acto seguido, la médium “me comentó que (mi mamá) ya no tiene ni las manos ni los pies fríos, porque algo había hecho mi viejo en la casa”. De la Iglesia nunca lo había contado, pero su padre había hecho una salamandra.
Sin embargo, eso no fue lo que más lo impactó: “Cuando me mató, ella me dijo: ‘me pide que le digas a tu mujer que le encanta que le pongas flores en el punto de la casa (donde apuntaba el niño), y que no tengas pena porque ella no conoce a tus hijos, porque ella los ha tenido en sus brazos’”.
“Me puse a llorar, fue muy emocionante”, admitió.
Por último, Eduardo contó: “Pasa un tiempo y fuimos al restorán de mi hermano”, donde “mi esposa fue a mudar al Edu, vio una foto de mi mamá y dijo: ‘la mimí‘”.
“Y desde ahí yo pienso sí, hay cosas”, cerró en alusión a su mirada de lo paranormal.
Hace unos meses, en conversación con La Firme de La Cuarta, en alusión al hito de la muerte de su mamá, él contó: “Me casé, tuve hijos y ahí también hubo un duelo nuevo: sentir que tus hijos no tienen a esa abuela. Después hay algo que uno empieza a aprender a vivir con eso, como una resignación y sentir también que ella siempre está; una cosa es no volver a verla ni tocarla, y otra es sentir que está ausente. Yo la siento súper presente en nuestra vida. Mi mamá está presente en mí y en mis hermanos, todo el tiempo, para bien. Después ese recuerdo se transforma en un sabor más dulce, que es lo que nos pasa hoy”.