En medio de un reporteo en Tacna junto al equipo de Mentiras Verdaderas pillaron a un tipo que tocaba a menores de edad. Una casualidad, mientras filmaban con un dron.
Eduardo Fuentes y parte del equipo del Mentiras Verdaderas viajaron este fin de semana a la frontera de Perú con Chile para conocer en carne propia lo que viven los inmigrantes que intentan cruzar a este lado. Pero lo que vivieron estuvo lejos de la noticia que buscaban...
En medio de una grabación, donde ocupaban un dron, una decena de niños se les acercó para ver cómo operaba este artefacto. Y fue en ese momento cuando un degenerado aprovechó la distracción de los menores para acosarlos.
"Estaba manipulando el dron y de pronto vi a los niños entusiasmados, lo bajé para que lo vieran de cerca y terminamos jugando con ellos, ahí una compañera sacó su celular para grabarnos", recuerda Eduardo de aquel momento.
Lo complejo fue que del acoso del adulto no se percató sino a eso de las 2 de la madrugada, momento en el que revisaba el video que su compañera le mandó.
"Ya en Arica revisé imágenes y recordé todo. Miro un video en particular donde se ve que el tipo se acerca a una niña, la molesta y luego la toca. Me llamó la atención, vi más videos para tener mas claridad", explica.
- ¿Cómo lo denunciaron?
Esperamos a la mañana siguiente. Una compañera fue a Perú a avisarle a la mamá de la niña lo sucedido y al final lo detuvieron.
- ¿En qué quedó el tema?
No tenemos mayores antecedentes, pero sí sabemos que la comunidad venezolana lo sacó y le dijeron que no se apareciera por ahí por ningún motivo.
- ¿Qué sentiste al descubrirlo?
Me encabronó lo que estaba haciendo el tipo, soy papá y me pongo en ese lugar, las ganas de pegarle no me las quita nadie. Estábamos en Chile y no podíamos hacer mucho. Pero me sentí muy bien de haberlo visto y que no pasara piola.
- Crudo darse cuenta que pasó frente a ti y no lo viste.
Una de las cosas que más he pensado es que esto pasa en nuestras narices y no nos damos cuenta, éramos muchos y nadie lo vio. Debemos estar alerta, sobre todo donde hay niños, cuidado con lo que hacemos. En la confianza está el riesgo, hay gente inescrupulosa y degenerada.
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