El actor y conductor de televisión británico no es tan simpaticón como parece, y es que tuvo dos altercados en un famoso restaurante de Nueva York.
El actor y conductor de televisión James Corden, es reconocido por su buen sentido del humor y hacer de todo sin ninguna vergüenza con tan de hacer reír a sus espectadores.
Sin embargo, su imagen de simpaticón se fue a las pailas luego de que Keith McNally, el dueño del famoso restaurante Balthazar, publicara que la estrella gritó e insultó a los camareros del local de Manhattan.
“James Corden es un comediante enormemente dotado, pero como persona es un cretino. Y el cliente más tirano que ha tenido el equipo de Balthazar desde que el restaurante abrió hace 25 años”, escribió el chef en su cuenta de Instagram.
“No suelo ponerle 86 a un cliente, pero hoy le he puesto 86 a Corden. No me hizo reír”, continuó. Un 86 significa que un plato no está disponible o que un cliente tiene vetada la entrada en un local.
¿Qué enojó a James para que actuara violentamente?
El primer altercado ocurrió en junio pasado, cuando el presentador encontró un pelo en su plato: “Corden fue extremadamente desagradable y le dijo: ‘Tráenos otra ronda de bebidas ahora mismo”.
Y agregó que el comunicador dijo: “Y también nos vas a invitar a todas las que hemos pedido hasta ahora. Si no lo haces, escribiré una mala crítica en Yelp o algo parecido”, todo esto luego del que el gerente se disculpara.
El segundo incidente ocurrió el 9 de octubre, cuando el presentador estaba en el local junto a su esposa, la productora de televisión Julia Carey.
“La esposa de Corden pidió una tortilla de yemas de huevo con queso gruyère y ensalada. Unos minutos después de recibir la comida, James llamó a su camarera, M. K., y le dijo que había un poco de clara de huevo mezclada con la yema”, contó el chef.
Así que le cambiaron el plato pero esta vez le llegó con papas en vez de ensalada: “Fue entonces cuando James Corden empezó a gritar como un loco al camarero: ‘¡No puedes hacer tu trabajo! ¡No puedes hacer tu trabajo! Tal vez debería ir a la cocina y cocinar la tortilla yo mismo!”.
Hicieron las paces
Sin embargo, a la mañana siguiente de haber hecho la denuncia pública, McNally anunció en redes que había perdonado al comediante luego de haber conversado con él sobre los hechos.
“Corden acaba de llamarme y se ha disculpado profusamente (...) Cualquier persona lo suficientemente magnánima como para disculparse con un vago como yo (y mi personal) no merece ser expulsada de ningún sitio”.
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