La Rancherita acusó golpes físicos, además de agresiones verbales y psicológicas
Hace un par de semanas, Carolina Molina sorprendió al revelar que estaba siendo víctima de acoso por parte de una ex pareja.
De acuerdo a su testimonio, contó que en el último tiempo incluso fue amenazada.
La Rancherita sostuvo que el sujeto se habría burlado de ella en redes sociales, y que antes la habría intentado funar, difundiendo fotos falsas o contando una deuda de la cantante con un banco.
Por lo mismo, la artista se dejó caer este domingo en Podemos Hablar para exponer más detalles de la compleja situación que atraviesa.
“Esto ya era un hostigamiento constante, que obviamente puse en manos de la justicia desde el día uno y lamentablemente tuve que recurrir a esta herramienta pública, porque ¿cuántas mujeres están viviendo lo mismo? En esta ocasión tenía que hacerlo”, planteó en el espacio de Chilevisión.
Pero eso no es todo, pues Carolina también habló sobre la vandalización que sufrió su auto en un centro comercial.
“Yo pensaba que podía ser cualquier persona, porque el auto es llamativo o la envidia que dicen que hay, a pesar que yo sé que la gente me quiere mucho y siempre he sentido ese cariño. Esta vez obviamente lo atribuí a quien me ha agredido, amedrentado y amenazado por años, a pesar que él ha dicho que tiene una vida feliz, pero parece que no”, relató.
Además, la Rancherita aseguró que el hombrón “sigue con esa obsesión conmigo”. Incluso, se refirió a la actitud que tuvo cuando terminaron.
“No son solamente los ataques a mi auto, son las cosas que hizo el día que terminé con él por agresiones, por golpes físicos, por agresiones verbales, por agresiones psicológicas”, sostuvo.
De hecho, afirmó que tras tomar la decisión de darle el filo, inició una especie de campaña para desprestigiarla públicamente.
“Él toma posesión de mi teléfono completo, en la PDI me dijeron que tenía una app para hackearlo y él se quedó con todo el contenido del celular, incluidas las contraseñas, hasta la Clave Única y desde ahí he tenido que ir con el tiempo adelantándome a las jugadas que hace”, dijo.
“He tenido que estar en todas partes preguntando si le habrá llegado a alguien un correo o mensaje de mi parte, que en realidad lo hace él, los mandaba obviamente desde mis cuentas personales, que él tenía en su poder”, acusó la intérprete.
“Si no hubiese gritado públicamente...”
De todas formas, más allá de los malos ratos, Molina indicó que tomó cartas en el asunto y decidió tomar la vía legal para intentar solucionarlos.
“Las demandas están desde usurpación de identidad, extorsión con material sexual, que yo jamás le proporcioné, cibercrimen, con el hackeo de mi teléfono, amenazas reiterativas, amedrentamiento, acoso y persecución”, describió.
Por último, señaló que gracias a las cámaras de seguridad del centro comercial, pudo comprobar efectivamente que el individuo tuvo responsabilidad en el ataque de su vehículo.
“Si no hubiese gritado públicamente, el mall nunca hubiese proporcionado las cámaras. Lo injusto de todo esto fue, que desde el día uno, empecé a exigir las cámaras y que las entregarán a la Fiscalía, cuando hice la denuncia y no pasó”, cerró.