El personaje de Héctor Noguera venía saliendo de una delicada intervención y fue visitado por distintos seres queridos.
Días complicados se han vivido en Pobre novio (Mega) debido a que Arturo (Héctor Noguera) ha estado varios días en la clínica para ser operado de un tumor cerebral.
Finalmente, la operación fue todo un éxito y el paciente pudo despertar del coma inducido. Sin embargo, aquella alegría se convirtió en preocupación luego de que sus seres queridos entraran a verlo en su habitación.
Su hija, Francisca (Montserrat Ballarín), fue la primera en estar con él, siendo inmediatamente reconocida por su padre. “¿Me morí?”, le preguntó el. “Cómo se te ocurre, no”, el contestó ella entre risas.
Sin embargo, luego entró Eduardo (Diego Muñoz) a la pieza. “¿Este tipo quién es?”, le preguntó Arturo a su hija. “Es Eduardo”, le respondió ella, pero no hubo caso.
¡Nos los reconoció!
Después fue el turno de Vilma (Carolina Arregui), quien hasta antes de la operación tenía un naciente romance con Arturo.
—¡Don Arturo! —exclamó ella emocionada al verlo despierto.
Pero, ante ese encuentro, él le preguntó a su hija:
—Francisca, ¿y esta mujer quién? ¿Es la enfermera?
Sorprendida, Vilma supuso que se trataba de una broma, pero el paciente le aclaró: “No es talla, no la conozco, ¿quién es?”. De ahí entró Bella (Teresita Reyes), que trabaja desde siempre en casa de Arturo, y de inmediato la reconoció.
Por último, fue el turno de Stella (Katty Kowałeczko), mamá de Francisca y expareja de Arturo que dejó a su familia hace ya veinte años y ahora está de regreso. Tras su vuelta a Chile, él había manifestado su distancia con esa mujer. Pero, ahora, al verla tras la operación, su reacción fue:
—Stella, mi amor.
Así, todos quedaron impactados, porque pareciera que Arturo solo recuerda a la gente que conoce hace un muy largo tiempo, dejando en el olvido a los personajes más recientes... al menos por ahora. Ese fue el final del capítulo.