Mañana se estrena en Chile el reboot de la saga de los agentes de negro. b Con reparto renovado, Chris Hemsworth y Teesa Thompson hacen la fuerza en esta nueva trama de alienígenas.
Cuando muchos viudos y viudas de Will Smith se preguntaban cómo se las ingeniaría el director Félix Gary Gray para hacer que esta nueva entrega de Men in Black (MIB) en su versión internacional, un reboot escrito por Art Marcum y Matt Holloway con las historias de agentes de la inteligencia secreta para aliens en la tierra, no quedara bajo la sombra del personaje que interpretó el multifacético actor estadounidense en sus tres primeras ediciones (1997, 2002 y 2012), apareció la dupla compuesta por los ex Avengers Chris Hemsworth (Agente H) y Teesa Thompson (Agente M) para demostrarle al público que la complicidad bien vale a la hora de hacer de una película un producto recomendable.
Es que la química que Chris y Teesa nos muestran en esta renovada versión de los MIB, ya la habían evidenciado en Thor: Ragnarok y Avengers: Endgame, filmes donde dejaron una grata sensación y que ahora, gracias a una serie de diálogos con muchas entrelíneas entre ambos, sostienen buena parte de esta historia de alienígenas.
Conexión que se entiende, la ofrecen en el contexto de una historia tan liviana como la de sus antecesoras, donde lo que se busca es mantener entretenido al espectador sin que se deba escudriñar mucho en la trama. Y para ello todo vale. Desde los guiños a personajes ya protagonizados por los dos en sus roles de Thor (con un particular martillo en una pelea) y Valquiria, hasta un cariño a Will Smith y Tommy Lee Jones en la escenografía de una historia que además, se une a la actual tendencia hollywoodense de instalar el concepto de igualdad de género y que en esta trama se resuelve certeramente gracias a los roles de Emma Thompson (Agente D) y Rebecca Ferguson (Riza).