El ganador del mítico espacio de TVN (2003) analiza su paso por el programa de Canal 13, con autocrítica pero también destacando que “nunca pensé que iba a volver a bailar como estoy bailando”.
Desde que Rodrigo Díaz ingresó a Aquí se baila (Canal 13), la competencia no le ha sido nada fácil. A pesar de ello, ha logrado mantenerse en competencia a buen nivel.
Si hace algunas semanas el jurado calificó su desempeño como “dudoso e inseguro”, ahora, hace un par de días, le entregaron la nota máxima, un espléndido 10. Por lo que cualquier cosa puede pasar.
“Siento que es una de las competencias más difíciles en que he estado, primero por la cantidad y calidad de los participantes; segundo porque estamos grabando en plena pandemia entonces las grabaciones deben ser más rápidas y el trabajo debe ser más rápido y exigente”, contó en entrevista a la que tuvo acceso La Cuarta.
“Ha sido súper intenso, pero yo lo he pasado increíble”, aseguró.
Eso sí, comparando con lo que fue su paso por el mítico estelar de talentos de TVN —el cual ganó en 2003—, asegura: “Este programa no tiene comparación con lo que hacíamos en Rojo“, porque antes “era una competencia diaria, por lo tanto no te tocaba competir todos los días”.
En tanto, Aquí se baila “es mucho más intenso y de nivel más alto en cuanto a dificultad, además que acá compites con una pareja y entre los lifts (elevar a la pareja) y las tomadas se hace mucho más difícil que solo”.
También expresó que “extrañaba un montón volver a bailar”; es más, “nunca pensé que iba a volver a bailar como estoy bailando”.
En este programa, “mi meta era superar lo que hice hace diez años y siento que he superado a esa antigua versión; el mismo jurado me lo ha dicho”. Díaz se define como un bailarín “súper autoexigente”, por lo que “es difícil que me guste una presentación al 100%”, sin embargo, al escuchar los comentarios que recibe y mirar su trabajo, dice: “Chuta, hay cosas que son muy buenas aquí”.
Los demás competidores
Sobre los demás competidores, destaca: “Dentro de mis favoritos en competencia hay gente nueva como la Piamaría (Silva), que fue mi alumna en la academia desde los siete años, a quien admiro, y que sorprende tanto por canto como baile y actuación”.
Junto con ese nombre “también está Kike (Faúndez), (Christian) Ocaranza con la Icha (Sobarzo), Jazz Torres, Vale Roth, Iván Cabrera, Betsy Camino, son todos buenos, y lo que puede marcar la diferencia está sólo en un montaje más creativo”.
Para cerrar, el también instructor de danza reflexiona que “siempre le recalco a mis alumnos, que también van a competencia, el tema del proceso, porque si uno gana pero el proceso fue malo, ese triunfo no te sirve de nada”.
Es más, “muchas veces prefiero no ganar, pero disfrutar el proceso de ensayo y creación, quedar contento”, confiesa.
“Eso es lo que saco de aquí, estoy disfrutando mucho la creación, meterme a internet a sacar canciones y editarlas, la puesta en escena, ir con mi bailarina y mi coreógrafa”, remata. “Y así el ganar pasa a segundo plano, y esa es la lección, aprovechar cada segundo y no solo el final”.
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