Tita Ureta confesó que antes le daba “vergüenza” invitar a sus amigas, ya que no era un “living común y corriente”. “Se hizo la casa pensando que él era un playboy”, explicó su hija.
En el primer capítulo de Sangre, Sudor y Gala, Emeterio Ureta junto a su hija Tita fueron algunos de los famosos que aparecieron en el programa que mostrará los preparativos de los invitados a la Gala del Festival de Viña del Mar.
La periodista fue a visitar a su padre a su casa para informarle que estaba invitado al glamoroso evento.
“Por eso se mantiene bien a los 80, miren, no, la cagó. Ni yo puedo pasar, toda mi vida, escalón, tras escalón, tras escalón”, expresó Tita mientras entraba a la propiedad.
Por su lado, Emeterio mencionó que “eso es lo lindo de construirse una casa totalmente fuera de lo común. No podría vivir yo en un departamento, como viven amigos míos, que está a 10 metros del otro departamento del frente. No tienes intimidad, aquí puedo pasearme en pelota si quiero todo el día, quedarme dormido”.
“Me daba vergüenza traer a mis amigas”
Fue en ese contexto que el empresario hizo un recorrido por su hogar y mostró un llamativo detalle en el living de su casa.
“Hay algo que la Tita y la mamá de la Tita, Paulina, me criticó muy fuerte y hay gente que no lo puede creer. Yo tengo un jacuzzi en el living”, reveló el llamado “Marqués del Arrayán”.
Ante esto, la comunicadora confesó que “a mí me daba vergüenza traer a mis amigas, porque no era un living común y corriente como los de mis amigas. Y me decían ‘¿y esto? Es como una casa de playboy’”.
“Mi papá se hizo la casa pensando que él era un playboy, que no iba a tener nunca hijos y que no se iba a casar. Resulta que se casó, tuvo hijos y mi pieza era como una pieza que dormía el Negro Piñera cuando se quedaba a carretear”, añadió Tita.
Posteriormente, Emeterio Ureta confesó en el programa que se sometió a un delicado procedimiento estético para combatir un complejo que ha arrastrado toda la vida.