Daniel Merino, director ejecutivo, salió al paso de los trascendidos que surgieron en los últimos días.
Durante los últimos días, se armó un escándalo en la interna del Festival de Viña del Mar. Esto, debido a los rumores que apuntaban a un supuesto mal trato que estarían recibiendo los animadores, Karen Doggenweiler y Rafa Araneda.
Por ejemplo, Andrés Caniulef destapó una “bomba” sobre algunos episodios que habrían enfrentado los comunicadores en la actual edición del certamen viñamarino.
“Pareciera ser que quieren bajarle los humos, como que quieren decirles que la producción está por encima de ellos”, indicó el periodista del Hay que decirlo en diálogo con Lima Limón.
Y en esa misma línea, agregó: “al Festival lo he visto bien, pero lo que sí quiero recalcar y remarcar tiene que ver con el maltrato que han recibido los animadores. Porque efectivamente nunca los animadores del Festival de Viña del Mar han tenido un trato tan poco digno”.
“Por ejemplo, sus periodistas no pueden entrar al camarín. Entiendo que el Rafa Araneda ni siquiera su familia puede entrar, sólo la Marcela Vacarezza pudo entrar una vez, escoltada por guardias, y con los minutos contados porque no quieren que se contamine la información que ellos manejan respecto de la que puede tener la producción propia del Festival, que son los únicos que, en el fondo, tienen contacto con ellos”, recalcó. Y esa última situación fue confirmada por la propia psicóloga.
La respuesta de la producción
Y a raíz de toda esa situación, quien salió al paso de la polémica fue el director ejecutivo del Festival de Viña del Mar, Daniel Merino. “El modelo de los festivales es así. Nadie, ni nosotros, tenemos entradas. Yo no tengo tickets tampoco”, recalcó en respuesta a que los animadores no tenían boletos para su círculo más cercano.
Luego, sobre los dichos de Vacarrezza, sostuvo que “de hecho estaba adentro. El primer día entró, el segundo día creo que no llegó a la hora y no pudo entrar. Pero puede entrar cuando ella quiera”.
“Hoy día en Canal 13 lo aclaró. Lo aclaró hoy día en Canal 13. Y dijo que no era así. No, no hay entradas para nadie”, insistió.
Por último, en alusión al mismo tema, Merino aseguró que cuando el certamen era transmitido por Chilevisión, el evento “llegó a perder hasta 2.000 millones de pesos por festival”.