Entre romances, infidelidades y agresiones: el nutrido historial de polémicas de Sebastián Ramírez, el autoproclamado “Juan Román” de los realities

Seba ha participado en seis realities desde 2012. Siempre en la suya.

Con escándalo, no podía ser de otra manera, unas horas atrás Sebastián abandonó la casa de Gran hermano. Antes, se había peleado con todos. Como ha sido la tónica prácticamente en todos los realities en que dijo presente. Aquí, algo de esa historia que, además, trasciende la pantalla chica.

Hay personalidades que parecen estar diseñadas a medida de los reality shows.

Los seguidores del género, por ejemplo, suelen suscribir a ese fantasioso listado nombres como los de Pamela Díaz o Junior Playboy. No por nada, ahora ambos forman parte del plantel que compone Tierra brava en Canal 13.

Los motivos dependen de cada caso. A Díaz, el director creativo Jorge López alguna vez la describió como alguien capaz de actuar como “una víbora” pero al mismo tiempo ser “genial y divertida”. Es quizás quien mejor encarne el papel de villana. Junior, en cambio, se vende por sí solo: en su estreno en la telerrealidad intentó conquistar a la actriz Jennifer Mayani comentándole que su cábala era ocupar un colaless. Y a día de hoy sostiene que puede comunicarse con seres alienígenas. Eso, muy en resumen, debería bastar para incluirlo.

Como sea, el denominador común de todos estos números puestos es que, de una manera u otra, aportan show, diversión o polémica.

Y es en ese último ítem donde se inserta el protagonista de este artículo: Sebastián Ramírez Calderón.

Productor de eventos, nació el 24 de septiembre de 1986, de modo que actualmente tiene 37 años. En sus redes sociales presume un total de 459 mil seguidores, éxito que devino del personaje que fraguó en el mundo de los realities. Su estreno, de hecho, fue hace poco más de una década, cuando ingresó a Pareja perfecta (2012) de Canal 13. Allí, emparejado con Angie Jibaja, compartió con la mismísima Pamela Díaz y otros emblemas del espectáculo criollo como Eugenia Lemos, Andrés Longton o Pedro Astorga, pero pese a ser un perfecto desconocido se las arregló para permanecer 106 días en el encierro. Se despidió en fase de semifinales luego de fallar en la prueba de agilidad.

De todos modos, ésa fue apenas su carta de presentación. Desde entonces se volvió alguien especialmente atractivo para esta clase de programas. De ahí que se repitiera el plato el año siguiente en Mundos opuestos 2, y cuando Mega confió en él para Amor a prueba (2014), Doble tentación (2017) y luego Resistiré (2019). En estos últimos espacios obtuvo resultados idénticos a los que en Canal 13. Pero lo importante, a esas alturas, es que había logrado plantar una semilla entre el público: reconocido por la capacidad que demostró para sortear cuanta prueba de resistencia le pusieron por delante, aspecto clave de los realities, al mismo tiempo Ramírez funcionaba como un imán de polémicas, careos, enfrentamientos verbales y no-tan-verbales.

A su excompañero en Doble tentación, Cristóbal Álvarez, más conocido como Shelao en Twitch, sus viewers le preguntaron hace un tiempo por Sebastián. Y él contestó así:

“¿Qué sería de él si no fuera de los realities? No lo sabemos (...); es un buen personaje de reality, pero no es una buena persona, es un canalla (...); Tatán Ramírez es un canalla, no le importa nada en la vida, es un basural de persona. Entonces, el hueón es un personaje perfecto para dejar la cagá (...); se hace el defensor de las minas y las trata re mal (...); le importa todo un pico a ese hueón”.

En la última imagen de su Instagram, publicada el 7 de noviembre, aparece de espaldas con una camiseta colgada que luce el nombre Román. En el encabezado, se autoproclama el mejor, el del rating, Juan Román Riquelme. Luego completó: odiado por muchos y deseado por todas. Los cerca de ocho mil comentarios, sin embargo, sólo parecen confirmar lo primero.

Unas horas antes había concretado su segunda renuncia a Gran hermano, apuesta de Chilevisión a la que ingresó a mediados de julio y en la que, otra vez, las impresiones que despertó no fueron las mejores.

Por ejemplo, la influencer iCata les mencionó a las chicas de la casa que a Sebastián le daban “arrebatos”. Con cierta preocupación, agregó: “Ya veo que un día me va a ir a poner la almohada en la cara”. Una vez abandonó el encierro, en un directo volvió a comentar las actitudes del participante. “A mí me asustaba el Seba —se sinceró—, me daba mucho miedo. Por eso trataba de tenerlo como de lejitos y en la buena. Porque la agarraba contigo y… no sé, a mí me asustaba bastante la verdad y lo comenté con la Coni”. “Yo no dormía, me hacía la dormida para que no me molestara”.

Más cercano en el tiempo, la penúltima semana de octubre Chilevisión debió emitir un comunicado para rechazar de manera “total y categórica” las palabras que pronunció Ramírez durante un entredicho con Viviana Acevedo, a quien llamó “Juana tres cocos”. En aquella oportunidad, como castigo, “Juan Román” fue nominado directamente a la placa de eliminación.

“Doy cara a lo que pasó. Sí, creo que me equivoqué. Todos nos hemos equivocado. Y bueno, se me salió nomás, se me escaparon los enanos. Acepto el castigo y también aprovecho de pedir disculpas a la Vivi”, fue su escueta respuesta.

Pero probablemente la mayor polémica que protagonizó, o coprotagonizó, desde su ingreso a Gran hermano fue su relación con Constanza Capelli. Con la favorita del público pasaban del amor al odio en breve, lo que les supuso ser catalogados como una pareja tóxica. Es más, tras un fuerte encontrón en medio de una fiesta, Cony terminó llorando acompañada por el resto de las mujeres de la casa, mientras él hacía efectiva su renuncia. Eso ocurrió en agosto. “Nunca me entendiste, te traté de decir desde el primer día ‘confía en mí’. Como te dije que te iba a cuidar, prefiero irme yo antes que tú”, se despidió Sebastián.

Ya en el estudio, consultado por Diana Bolocco y Julio César Rodríguez, dijo: “Sí discutimos pero no eran peleas, eran discusiones, no muy tranquilas, un poquito pesadas, pero al final nos queríamos con la Coni, siempre nos quisimos”. Y aclaró: “Éramos intensos, no éramos tóxicos. No nos confundamos. No fue tóxico: fue intenso. Fuimos muy intensos los dos y yo creo que ahí topamos un poco. Yo creo que tóxico es cuando estás peleando todo el día, no todo el día estábamos... Nos reíamos todo el día, leseábamos, no se confundan con eso”.

En tanto Ramírez afirmaba eso, en el encierro Cony opinaba distinto: “Hubo discusiones con Seba donde fue muy fuerte, cuando yo veía que él se estaba exaltando, me iba y para él eso era peor. Cuando yo me iba me perseguía (...); me iba a duchar y él me encerraba. Yo desnuda y eso se ve muy fuerte afuera”. Incluso la bailarina lloró por él y admitió que su presencia le hacía mal.

Sebastián y Cony.

En su reingreso la historia no distó demasiado. Mientras Capelli tuvo un apasionado encuentro con Fede, Seba hizo lo propio más tarde con Fran Maira. En algún momento parecieron odiarse, no se podían ver. Ella llegó a prometerle a Scarlette que no volvería a involucrarse con el chico reality. Pero los primeros días de octubre volvieron a reunirse… y a dar el consentimiento.

El inesperado final de Sebastián Ramírez en Gran hermano se concretó hace un par de días, cuando discutió prácticamente con todo el resto de participantes por la comida. Entonces, sin rodeos, armó su mochila y bien temprano abandonó la casa más famosa del mundo. Para variar, ni siquiera le avisó a Constanza, que despertó y de inmediato fue a su búsqueda. “¿Por qué se fue? ¿Por qué no dijo nada?”, se cuestionaría más tarde la bailarina.

En el confesionario, reflexionó: “Es un poco chocante para la persona que se queda acá. Me da más incertidumbre. Sabía que se quería ir”.

Más allá de la telerrealidad

Las controversias de Sebastián Ramírez no se reducen únicamente a su performance en los realities, sino que también lo han acompañado en su vida personal.

Hace un tiempo, el chico reality sinceró que no había sido un buen padre, que su relación con Aurora era distante, básicamente por los errores que había cometido desde su juventud. A modo de prueba, el pasado 4 de octubre, en el Instagram de su madre, la comediante Valentina Saini, la pequeña contestó a una pregunta que le hicieron sus seguidores: “Aurorita, ¿tienes relación con tu padre?”.

“Una linda relación, lo quiero caleta. Hoy día me llevó a tomar helado, me compró un Kriko, me llevó a comer sushi, mi comida favorita. Después fuimos a comprar gomitas, fuimos a darle comidita a las palomas, pancito, después me llevó al trampolín park también, y el otro día me llevó a la piscina cuando hizo calor”, comentó de entrada con evidente ironía.

Para luego rematar, dejando al descubierto su verdadero vínculo, “y también me invitó a un viaje a la ctm”.

Tal vez el último conflicto de Sebastián fuera de la pantalla chica se registró en febrero de 2022. Entonces, fue condenado a 61 días de presidio en su grado mínimo por conducir en estado de ebriedad.

La experta en farándula Cecilia Gutiérrez reveló en aquella oportunidad que al chico reality “se le aplicó alcoholemia y marcó 1.88 de alcohol en la sangre”, pero “lo peor de todo es que tenía reincidencia”, de modo que debió pasar ese período tras las rejas, además de cancelar 2 UTM (casi $110.000) y perder su licencia de conducir por dos años.

“Me traje como veinte chinches de la Penitenciaría, compadre. Estamos con el pelo corto. No me hicieron lavar ningún plato, ni uno. Me ofrecí para lavar los platos y los cabros me dijeron que no. No me lo pusieron, ni hice ninguna transferencia”, comentó él mismo, en un live de Instagram, una vez quedó en libertad. Luego, cuando ingresó a Gran hermano reconoció en una amena charla con Cony que se peleó dos veces mientras estaba en prisión.

“Pero puta, no es nada con lo que me podría haber pasado”, cerró.

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