El humorista del tercer día del Festival de Viña trabajó cuatro años en una municipalidad donde cometió varios “errores”, como pagarle demás a algunos funcionarios.
Esta noche, el encargado de hacer reír (o no) al Monstruo de la Quinta Vergara será Lucho Miranda, un comediante de revelación, pues comenzó a estar en el radar desde hace pocos meses.
Auditor de profesión, en una entrevista en La Junta, habló con Julio César Rodríguez sobre su primer trabajo después de haber salido de la universidad: estuvo por cuatro años en la Municipalidad de Vicuña.
Esta fue su experiencia.
El paso de Lucho Miranda por la Municipalidad de Vicuña
El joven estudió auditoría en la Universidad de La Serena. Una vez egresado, fue recibido en la Municipalidad de Vicuña. “Era mal contador”, le dijo entre risas a JC.
Pese a que era “malo para los números”, quería estudiar una carrera que estuviera relacionada con ellos.
“Dentro de todas las opciones había inglés, pero en Contabilidad solamente había un inglés. Así que dije ‘ahh, una hueá fácil’. Y después estudié y me di cuenta que no se ven tantos números, es más libros y textos”, relató.
Ya contratado en la “Muni” —como él le dice— se habría dado cuenta que no hacía bien el trabajo.
Entonces JC le hizo la pregunta de rigor: “¿Te pegaste algún cagazo?”.
“Hartos”, le respondió el comediante que debutará en Viña 2024. Uno de ellos fue haberle pagado demás a algunos funcionarios. Cuando se daba cuenta de su error, “venía el cacho. Tenía que llamar y decir ‘oye, te pagué esta cantidad de plata demás, ¿puedes devolverla?’ y la otra persona siempre se hacía la hueona. Entonces ahí tenía que comprobar (...) y yo tenía que devolver la plata”.
“Quiero dejar en claro que toda esa plata se devolvió en su momento”, aseguró.
Además de que no le gustaba mucho su trabajo, “me pagaban muy mal, el mínimo siempre y el último año me pagaron un poco más”.
Hasta que se animó a hacer un show de comedia online donde, según relató, ganó lo mismo que en la municipalidad trabajando un mes, con la diferencia de que no se sentía incómodo en ese lugar.
“Ahí dije ‘chao jefe’. Igual me fui en buena”.