“Fueron 17 años que estuve vetado, injustamente”, contó el pianista en el De tú a tú de Martín Cárcamo.
Un emotivo programa De tú a tú fue el que protagonizó la noche del domingo el músico Valentín Trujillo, mejor conocido como el Tío Valentín. Uno de los pasajes más recordados vino cuando el animador Martín Cárcamo puso la canción de Pin Pon, “Un gatito blanco”.
De inmediato afloraron los recuerdos, ya que el pianista tuvo un estrecho vínculo en los años 70, cuando era llamado como el “amigo Valentín” en el programa de Jorge Guerra, el actor tras Pin Pon.
“Hicimos un programa bastante histórico, aún lo recuerdan, el mérito de Pin Pon es el aporte de canciones y melodías de cosas que le interesan a los niños”, comentó el Tío Valentín.
Asimismo, reveló que el actor Jorge Guerra lo llamó para trabajar juntos. Le mencionó que era actor, dibujante y cantaba, así nació Pin Pon y el “amigo Valentín”. Juntos trabajaron durante nueve años, “él no hacía a un niño cantando o a un viejo cantando, él era un personaje”, enfatizó Trujillo.
Pensar diferente
El Tío Valentín recordó ese período como días complejos. “Estábamos en Televisión Nacional, vino el golpe de Estado y Pin Pon y el pianista se fueron para afuera, acusados de corromper marxistamente a los niños de Chile…”
“Era muy grave, y convencidos de que se nos estaba acusando de algo absolutamente falso… pues era un humor transparente, limpio, hermoso, humano”, rememoró el músico.
Sin dudas, momentos difíciles que vivieron ambos artistas y que significó el fin de la popular dupla del programa infantil.
El “amigo Valentín” reflexionó recalcando que Pin Pon recibió el pago de Chile, porque no se le reconoció su trabajo y se le cerraron todas las puertas. Para el pianista fue difícil porque estuvo 17 años sin grabar y tuvo empleo solo en Sábados gigantes, “el único trabajo que tuve fue gracias a Don Francisco, era profesor y tuve que retirarme… por ninguna acusación, solo pensar diferente”.
Fueron momentos muy duros donde su esposa, que era profesora del Liceo Manuel de Salas y sus hijos estudiaban ahí, todos fueron expulsados. Luego comenzó a realizar unos bailes matinales donde la entrada era algún alimento, para tener para comer, “fueron 17 años que estuve vetado, injustamente”, recordó.
Gracias a Mario Kreutzberger, quien un día lo vio caminando por el centro de Santiago y le comentó que no existía ningún cargo contra él en Canal 13, el Tío Valentín llegó a trabajar al programa de los sábados en la tarde, “y ese fue el trabajo que me salvó”.
“Le debo todo a Mario”, comentó emocionado el músico.
Antes de cerrar el tema, Valentín Trujillo entregó la siguiente reflexión: “No guardo rencor, todo lo contrario… que no suceda nunca más. Los que vivimos ese período, pedimos que cuidemos la democracia, cualquier persona debe estar consciente que eso no puede volver a suceder”.