“Llevas diez minutos hablando solas, déjame hablar por un minuto”, le lanzó en un inició el edil de La Florida.
Durante un nuevo capítulo de Tu día (Canal 13), los conductores Francesco Gazella y Priscilla Vargas tuvieron de invitados a los alcaldes de La Florida y Peñalolén, Rodolfo Carter y Carolina Leitao, respectivamente.
En el largo rato que estuvieron en el estudio, abordaron distintos temas, desde el anuncio del tren Santiago-Viña del Mar, pasando por los indultos del Presidente Boric y el “colapso” de las Isapres. Las tensiones entre ambas autoridades abundaron, según consignó TiempoX.
En un momento, él le lanzó: “Llevas diez minutos hablando solas, déjame hablar por un minuto”. Ante eso ella le contestó que “le encanta pelear a Carter conmigo”, porque “no sé qué le pasa”.
Ya cuando entraron al tema de las instituciones previsionales de salud, la alcaldesa de Peñalolén arremetió contra aquel sistema privado con una crítica al lucro.
Sus palabras no gustaron nada al edil:
—Este discurso del lucro me tiene hasta acá, el lucro, la desigualdad, el político prende una cámara y empieza a hablar para aleonar al pueblo chileno, que es un problema real —contestó—. Los políticos hablan de la salud pública desde las isapres, hacen el discurso en contra de los privados desde la Clínica Las Condes y hablan de la educación pública de los colegios privados.
Tensión en aumento
Acto seguido, ella arremetió:
—Déjate de discursear en puras cosas románticas, pero en la práctica no tiene ningún sustento. Eres bien insolente. Perdóname, yo no soy buenista. Uno no elige dónde nace, uno elige lo que hace y yo elegí lo que estoy haciendo.
Y él siguió:
—Carola, déjame decirte que tienes que acostumbrarte a la crítica. Ustedes tienen la mala costumbre de apuntar con el dedo... Carola, predica con el ejemplo, no vengas a alterarte.
En eso, tuvo que salir la conductora, Priscilla, a bajar un poco los ánimos.
Si bien logró en parte su cometido, más adelante vinieron frases como “Carola, no te enojes”, “Toma agua y no te enojes” y “Cálmate, por favor”. En tanto, ella trató de no pescar: “En tu insolencia no voy a entrar”.
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