La conductora del matinal de CHV recordó varias incómodas situaciones que ha debido enfrentar. “En el estallido fue heavy, me insultaron ene en la calle”, confesó.
La periodista Monserrat Álvarez fue invitada al programa de Youtube de Pamela Díaz, “Sin Editar”, donde conversaron sobre distintos aspectos de su vida personal y de su vida profesional.
Fue en ese contexto que la conductora del matinal Contigo en la mañana (CHV) reveló los duros comentarios que ha recibido en la calle. Todo comenzó cuando la Fiera le consultó a la comunicadora cómo creía que la percibe el público.
“En el estallido social me decían cosas súper pesadas”, partió recordando Monse durante la conversación. “Me decían ‘facha’ (...) y ahora me dicen ‘comunista de mierda’, ‘zurda’, ‘izquierdosa’”, relató.
Asimismo, la conductora contó que “en el estallido fue heavy, porque a mí me insultaron ene en la calle. Yo solita yendo a comprar a la farmacia, te lo juro, nunca me voy a olvidar. Un papá con una hija, yo caminando a una cuadra de mi casa. Un cabro joven con una niñita. (...) Espera a que pasemos, en la vereda, uno al lado del otro, pasamos y me dice ‘vendida de mierda’”.
Monserrat confesó que en ese momento no le respondió nada al hombre. “Me congelo, no tengo la cuestión de (responder), no soy así, me quedo como congelada”, explicó.
Tras esto, la conductora del matinal recordó otra incómoda situación que vivió en un centro comercial de la capital. “En el Mall Casa Costanera, iba a hacerme las uñas. Iba también solita, en la escalera mecánica, y me dice una señora ‘comunista de mierda, ¿qué haces en este mall?’”, relató, añadiendo entre risas que se fue del lugar tras lo ocurrido.
Por su lado, Pamela le aconsejó a Monserrat que le contestara a la gente, pero de manera educada. “Pero es tan desconcertante, que me paralizo. Si a mí me tiran la mala onda, no soy como ‘achorada’”, explicó.
La Fiera reveló que cuando recibía ese tipo de comentarios, ella se reía. Ante esto, Álvarez señaló que “eso yo creo que es la mejor solución, lo que pasa es que en la época del estallido no había cómo reírse”.