“Es una visión sesgada y absurda”: la queja de Jorge Alís por la calificación de su nueva película

¿Quién Tiene la Culpa? fue catalogada como apta solo para mayores de 18 años.
¿Quién Tiene la Culpa? fue catalogada como apta solo para mayores de 18 años.

El comediante aseguró que el filme “¿Quién Tiene la Culpa?” fue considerado como una “alegoría de las drogas, la violencia, el machismo, el racismo y la xenofobia”.

Recientemente el comediante Jorge Alís estrenó su nueva película: “¿Quién Tiene la Culpa?”. Tal como señala el autor, el filme narra una historia desde humor negro y ya se exhibe en lo cines de todo Chile.

Pese a la alegría de estar presentando su película, el humorista no quedó conforme con la calificación que recibió de parte del Consejo de Calificación Cinematográfica, ya que fue catalogada como apta solo para mayores de 18 años, limitando de gran medida el público objetivo.

A criterio de Alís, esta es una calificación “injusta” y “exagerada” por parte del ente evaluador, y de acuerdo a lo comentado a Glamorama, el humorista quedó molesto con el criterio usado para tomar la determinación.

“Nos indicaron que la película era una alegoría de las drogas, la violencia, el machismo, el racismo y la xenofobia, pero claramente es una visión sesgada y absurda de parte de quien vio y catalogó esta película”, cuenta Jorge Alís.

“Si no entiendes el contexto, pueden ser incorrectos”

De acuerdo a la visión del comediante, en esta película se presentan los arquetipos de personas que realmente existen en la sociedad, exponiendo distintas realidades, lo que no necesariamente significa que él avale lo que la gente hace en sus casas o lo que se muestra en la cinta.

“El rol de un comediante es que la gente se ría mediante la observación y la representación de lo que las personas ven a diario. La xenofobia y el machismo existen, pero incluir personajes con este pensamiento en una película no implica que se apoye su visión”, se defendió.

Finalmente expresó sus molestias con el Consejo de Calificación Cinematográfica. “Al final hay una persona que decide de manera arbitraria qué es lo que la gente puede ver o no, escudándose en palabras y chistes que, si no entiendes el contexto, pueden ser incorrectos”, cerró el comediante.

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