El comediante aseguró que ha tenido que acortar su rutina para no herir susceptibilidades del público.
No hay dudas de que Álvaro Salas es uno de los comediantes más destacados del país, con una larga trayectoria haciendo reír en festivales, radio y televisión. Sin embargo, con el avance de los años y de la sociedad, el humorista asegura que actualmente es complicado preparar una rutina que no genere polémica.
“15, 20 años atrás, contábamos chistes de cojos, de pelados, de gays, de guatones, y nadie se ofendía, todos reían. Hoy día, no sé si la verdad es que no se puede -o no se debe hacer-, pero se puede, depende del público”, señaló Salas en conversación con The Clinic.
Al medio citado además comentó: “Hoy día está complicado hacer humor en mi país, no sé si en otros será igual. Estamos demasiado sensibles de piel hoy día, y hay que pensar muy bien antes de decir lo que uno va a decir”.
“Me da mucha lata las restricciones que hay hoy en día -’no vaya a decir eso’-, una cosa extraña”, agrega el rey del chiste corto.
Tal y como señala el comediante, antes de realizar cualquier evento pregunta qué temas son mejores no hablar en su rutina, y por lo general le vetan varios temas: “no cuentes chistes de árabes, de judíos”, ni tampoco de política, “así no me cierro puertas”. “Hay empresas que me llevan cuatro o cinco veces porque dicen que conmigo no corren riesgo de que vaya a incomodar a alguien”, precisó.