El líder de Los Rodríguez no cumplió las expectativas que pesaban sobre su figura y abandonó el escenario antes de tiempo. En redes se desahogó.
Era desde luego un plato fuerte de la cartelera. Por su trayectoria, la patente calidad de sus músicos y las decenas de clásicos que suele ofrecer su prolífico cancionero. Pero de eso, poco: desde el minuto cero, algo más parece haber hecho falta. Lo notaron los miles que se dieron cita en el Parque Simón Bolívar de Bogotá para vibrar con la segunda jornada y final del Festival Cordillera 2023. Allí se encontraron a un Andrés Calamaro atípico. Silente, desganado, sin la estampa de costumbre.
El “Salmón”, de hecho, ni siquiera saludó a su público. De inmediato se precipitó a interpretar lo que pudiera. Casi como si se tratara de un trámite, salir de un apuro. Esa impresión entregaba, reclamaron sus oyentes, quienes lo vieron deteriorado físicamente.
Habrá sido cuestión de altura. Desde hace un tiempo, el legendario compositor argentino lleva adelante sus presentaciones sentado. De seguro por sus 62 años. Pero en esta oportunidad, hizo frente de pie a los 2.635 metros sobre el nivel del mar. Fue la primera tesis luego de revisar sus síntomas.
Después de todo, visiblemente agotado, dejando la tarea de cantar buena parte de sus canciones a sus coristas, Calamaro abandonó el escenario veinticinco minutos antes de lo esperado, sin mayor explicación. Hubo más rumorología al respecto. De acuerdo al sitio Music Trends Colombia “sus fans aluden a que la organización lo estaba afanando para terminar”. Sin embargo, “otros dicen que se le veía enfermo y molesto”.
Ante la duda, el propio Calamaro ensayó una respuesta en su cuenta de Instagram:
“Mis disculpas. Anoche no lamentamos inconvenientes técnicos ni logísticos. No encuentro otra explicación que las alturas que, nobleza obliga, nunca antes me habían maltratado en esta ciudad donde tanto me quieren”.
Luego insistió: “Mis disculpas a mis compañeros, a mi gente que nos esperaba y la impecable organización. Esta es mi derrota, la artística. No poder vaciarme en el escenario es mi calvario de hoy”.
“Quizás llega el día de cortarme la coleta. Espero poder volver o dar lo mejor de mí”, completó.
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