El exchico reality abrió las puertas de su hogar en el programa, revelando los rincones de su casa.
En el nuevo capítulo de La Divina Comida, el exchico reality Gonzalo Egas abrió las puertas de su hogar, mostrando los rincones de su casa en las afueras de Santiago.
El ganador de La Granja fue el tercer anfitrión en recibir a los comensales en su casa. Janis Pope, Álvaro Ballero e Ignacia Michelson fueron los otros invitados en este capítulo especial de realitys.
“Esta casa la tenemos hace muchos muchos años en la familia, cerca de 30 años. Cuando mi mamá compró este terreno no había nada y empezamos a construir todo. De hecho, esta parte de atrás la construí yo con un maestro cuando tenía los 18 años”, partió contando Gonzalo.
Tras esto, mostró el ahumador que tenía y adelantó que “vamos a hacer una carne ahumada”.
El exchico reality entonces mostró parte del patio de la casa, con una amplia piscina, un perrito que visitaba la propiedad y unos membrillos que había plantado su madre hace varios años.
Luego, Gonzalo sorprendió a Jani Dueñas y le regaló algunas flores blancas de su jardín. “Te voy a dar la flor, una grande, dos botones. Son para ti”, expresó.
Posteriormente, entraron a la amplia casa, mostrando algunos rincones del hogar de Gonzalo que tenía una decoración campestre.
“Esta es una mesa de centro que la hice yo, también con madera de palets. Este ajedrez me lo regalaron en (el reality) 1810″, detalló.
El exchico reality también enseñó algunos sombreros que usaba en el verano. Luego, mostró otra área de la casa, destacando un cuadro que había llevado su hermano, Alfredo, de la fundación Teletón.
Después, Gonzalo mostró su rincón favorito de su casa: su pieza.
“En invierno hace mucho mucho frío, entonces con el enano (su hijo) nos sentamos algunas tardes a ver películas. Comemos cabritas, comemos papas fritas”, contó.
Y también enseñó otro mueble que había armado él mismo. “Esta que es como mi obra de arte. También con palets, me tomó harto tiempo, pero cuando lo monté dije ‘quedó como muy lindo’”, aseguró Gonzalo Egas.