La actriz se refirió a la situación de su pareja y relató cómo los cuidados intensivos han influido en su carrera profesional.
Durante las primeras semanas de abril, la actriz y ex ministra de Cultura, Paulina Urrutia, asistió al panel del matinal Mucho Gusto, instancia en la que reveló que su pareja, el periodista Augusto Góngora, quien fue diagnosticado con alzheimer en 2014, se encontraba con “una hospitalización domiciliaria por una crisis que todavía no logramos manejar”.
Según informaciones reunidas por medios como Meganoticias y Página 7, solo unos días después volvió al mismo programa para manifestar que le dieron el alta médica.
Frente a este escenario, Urrutia conversó con el último medio citado acerca de cómo han llevado esta situación. En este sentido, detalló que Góngora “ha estado con unas crisis espásticas, que son súper difíciles de sobrellevar”.
Junto con ello, añadió que “logramos aplacarlas un poco. No desaparecen, pero estamos aprendiendo a vivir con ellas”.
En torno a cómo ha cambiado su desempeño profesional con las complicaciones de salud que enfrenta su pareja, la actriz dijo en la entrevista a Página 7 que “requiere una dedicación absoluta, sobre todo en países pobres como los nuestros, donde no existen redes de apoyo institucionalizadas, que permitan continuar con una actividad laboral permanente”.
Asimismo, agregó en la conversación con el citado medio que “ese es un gran problema y la mayoría de las personas como yo vamos perdiendo las pegas, porque nos vamos dedicando al cuidado y eso significa empobrecerse, desligarse de la actividad y poco a poco ir postergándose”.
Al ser consultada respecto a la posibilidad de desempeñarse en teleseries, la actriz dijo que está “en un momento en que ajustar los tiempos corresponde en un altísimo porcentaje a dedicarse a los cuidados de Augusto”, por lo que “trabajar en un proyecto así, sería complicado, bien complejo”.
Pero a pesar de aquello, también aseguró que ha podido desarrollar otros trabajos mientras ayuda a la salud de de su pareja, aunque no considera la opción de llamar a otras personas para que cooperen en las labores de cuidado, debido a los altos costos económicos.
Finalmente, sentenció a Página 7 con que se encuentra en un proceso de “ir volviendo de a poquito a nuestra actividad”, para así “ir equilibrando de estar con él y no faltarle, y al mismo tiempo de recuperar las posibilidades de desarrollarme”.