El conductor de TV y también locutor radial se refirió a sus acercamientos con el certamen de la Quinta Vergara, y contó si aún tiene esperanzas de pararse en aquel escenario.
En conversación con Eduardo Fuentes para Buenas noches a todos (TVN), Leo Caprile se refirió a su “deuda pendiente” en la animación: el Festival de Viña.
Habiendo estado en más de una ocasión en el Festival del Huaso de Olmué, el entrevistador le consultó por qué nunca se le dio la chance de pararse ante el público de la Quinta Vergara.
Ante esa consulta, el también locutor de radio, simplemente le contestó: “Porque no me llamaron”, a pesar de que “estuve cerca, varias veces”, según consignó Mira Lo Que Hizo.
De hecho, durante sus años en CHV, “la conclusión fue una sola: hágalo”. Sin embargo, “apareció Julián (Elfenbein) también como muy buen candidato y se contraponía con hacer Olmué y Viña al mismo tiempo”, porque “pasábamos a una especia de monopolio de animación”.
Aun así, estando en el canal que emitía el festival “justamente llega Rafa al canal, y lo hace el Rafa (Araneda)”, relató meses atrás en Pero con respeto (CHV).
¿Hay esperanza?
Además, comentó que la primera, segunda y tercera edición de aquel certamen viñamarino, la había hecho su padre, Luis Caprile. “Habría sido cerrar un círculo, habría sido muy bonito”, dijo; de hecho, el nació para la primera edición del festival.
“Hay un montón de coincidencias”, remató, en busca de señales que lo podrían haber favorecido para tomar esa posta.
Sin embargo, “yo creo que ya fue”, lamentó.
“De repente uno ya como que ve las cosas en otra dimensión”, explicó. “Es un festival de alto riesgo; de repente puede que no le gustes a la gente, puede que te hagan una campaña, y empañar una carrera que no ha tenido mella por un par de noches, creo que ya no vale la pena”.
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