La actriz, que fue muy querida por su interpretación como Santana López en Glee, tenía 33 años cuando falleció.
El actor Ryan Dorsey compartió un impactante testimonio sobre el día en que Naya Rivera perdió la vida en el lago Piru, California.
En una entrevista con la revista People, reveló un doloroso detalle: su hijo Josey, quien tenía solo 4 años en ese momento, aún siente culpa por no haber podido salvar a su madre.
Estuvieron casados desde 2014 a 2018 y, a pesar de su controversial ruptura, Dorsey la recuerda con mucho cariño. El 12 de enero subió un post a Instagram para desearle un “celestial feliz cumpleaños” a la actriz, que cumpliría 38 años.
El último recuerdo de Naya
El actor relató que su hijo recuerda que el día de la tragedia hacía viento, y aunque sintió temor de meterse al agua, su madre le insistió.
Nadaron juntos por un rato hasta que ella se dio cuenta de que el bote, que no tenía ancla ni dispositivos de flotación, se había alejado demasiado.
En ese momento, Rivera llevó a su hijo de regreso al bote, mientras ella luchaba contra la corriente. Josey logró aferrarse y subirr, pero su madre se quedó atrás.
“Lo último que ella dijo fue su nombre, luego ella se hundió y él no la volvió a ver”, relató Dorsey con la voz entrecortada.
El pequeño Josey fue encontrado más tarde, dormido y solo en el barco a la deriva que su madre había alquilado tres horas antes.
Cinco días después, el cuerpo de Rivera fue encontrado en una parte remota del lago. La autopsia confirmó que murió ahogada tras usar sus últimas fuerzas para poner a salvo a su hijo.
Su ex esposo, contó que el pequeño aún insiste en que pudo haberla salvado: “Algo que ha dicho una y otra vez es que intentó tirar de una cuerda para ayudarla, pero había una araña grande y le dio miedo”.
Ryan Dorsey alivia esos pensamientos repitiéndole que “esa cuerda no iba a ser lo suficientemente larga” para rescatarla. “Me conmueve que él haya tenido que presenciar sus últimos momentos”, añadió.
La noticia conmocionó a sus seguidores y a sus seres queridos, quienes aún hoy lidian con la pérdida.
El impacto en la vida de Ryan y Josey
Desde la tragedia, Dorsey reconoce que las fechas especiales siguen siendo muy difíciles y que, en más de una ocasión, ha encontrado a su hijo mirando fotografías de su madre antes de dormir.
“Solo puedes abrazarlo y decirle: ‘La vida no es justa’”, confesó sobre el desafío de acompañarlo en este proceso.
A pesar del dolor, Dorsey asegura que Josey es un niño feliz y lleno de energía.
“Estoy tratando de ser el mejor padre que puedo. Él me da una razón para seguir adelante”, finalizó.
Aunque el tiempo ha pasado, el vacío que dejó Naya Rivera sigue presente en la vida de quienes la amaron.
Dorsey afirma que nunca dejará de recordarla y que se esfuerza cada día por honrar su memoria a través del amor y la crianza de su hijo.
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