Famosos en tiempos de coronavirus: Emilio Sutherland

29 de Octubre del 2012/ SANTIAGO

El periodista Emilio Sutherland posa para fotografias en la celebracion de un año de existencia del programa "Mentiras Verdaderas" del canal televisivo "La Red", donde asistieron diversas personalidades del mundo politico y televisivo.

Foto: JOSE FRANCISCO ZUÑIGA/AGENCIAUNO
29 de Octubre del 2012/ SANTIAGO El periodista Emilio Sutherland posa para fotografias en la celebracion de un año de existencia del programa "Mentiras Verdaderas" del canal televisivo "La Red", donde asistieron diversas personalidades del mundo politico y televisivo. Foto: JOSE FRANCISCO ZUÑIGA/AGENCIAUNO

El periodista de Canal 13 dejó de perseguir "malulos" para contestar el interrogatorio de La Cuarta. Dijo que hace rato se adelantó a la moda de dejarse las canas, que quiere volver a gritar un gol de la "U" y que perfectamente un alcalde puede ser Presidente.

Presentación:

Nombre: Emilio Sutherland Soto.

Edad: 60 años.

Ocupación: Periodista y presentador de televisión.

Programas: "Contacto", "En su propia trampa", "Ver para creer", "Aquí somos todos" y "Yo estuve ahí", entre otros.

Cuarentenario:

1. ¿Descubriste algo nuevo de tu esposa en este periodo?

Sí, que tenemos gustos muy diferentes a la hora de elegir películas y series.

2. ¿Cuál será tu saludo post pandemia?

Me gustaría volver al clásico, pero mientras, seguiré las recomendaciones sanitarias.

3. ¿Qué te parece la reivindicación de las canas?

Hace rato me adelanté a esa moda...

4. ¿Qué te pasa con el grito "el que no salta es mapuche"?

Da pena. Fomenta la violencia y revela ignorancia. Un alto porcentaje de chilenos tenemos sangre mapuche o aymará. Además, la inmensa mayoría del pueblo es gente pacífica, respetable.

5. Lo que jamás harías en el confinamiento...

Salir sin permiso de las autoridades, entre ellas, mi señora.

6. ¿Es el "tío emilio" la mejor imitación de Kramer?

Es un honor que me imite, pero creo que tiene mejores. Por ejemplo, Alexis Sánchez, el cabro chico de Tocopilla.

7. ¿Un lugar para visitar?

Chile es mi mejor destino turístico. Quiero mojar mis patitas en el mar o ir al sur para disfrutar de la naturaleza espectacular.

8. ¿Peli o serie imperdible?

"Perdidos en el espacio" y "El mecanismo". La primera, serie que me trae recuerdos de infancia. La segunda, una producción brasileña sobre los riesgos de la corrupción.

9. ¿De quién usarías una mascarilla?

De alguien al que no le digan: "¡Te pillamos, poh, compadre!", jajajá.

10. Volver a gritar un GOL de...

Por supuesto, la "U". O bien, con mis amigos de "Bocheros", en la Liga de Fútbol donde juego. Sería un lindo desahogo, junto con el "tercer tiempo".

11. ¿Qué harás con el 10% de la afp?

Pagar deudas, como todo el mundo.

12. ¿Un alcalde puede ser presi o debe seguir el camino largo?

Sí, por qué no. De hecho, varios están tocando el piano para demostrar que tienen dedos...

13. ¿Qué opinas de la muerte?

Que es parte de la vida, aunque cuando se trata de seres queridos, es difícil de aceptar.

14. ¿Cuánto cuesta la bandeja de huevos?

La de 30, entre 5 y 6.500 mil pesos, dependiendo de si vienen de gallinas felices, con gallos aún más felices.

15. ¿Qué haces antes de dormir?

Converso con mi familia, veo tele y tomo una cerveza... No necesariamente en ese orden.

"Yo estuve ahí" transmite "esperanza"

Emilio Sutherland es más que un "paladín de la justicia" y un apellido difícil de pronunciar al estar con unas copitas encima. Su trayectoria así lo indica, pues ha formado parte de prestigiosos equipos desde que inició su carrera en 1981.

"El periodismo me apasiona y tengo la suerte de hacer lo que me gusta: reportajes en T13. Además, me tiene muy motivado la buena recepción de 'Yo estuve ahí', un programa que transmite esperanza", indicó, a propósito de su apuesta donde recorre las catástrofes que ha sufrido el país junto a sus protagonistas.

- ¿Te gustaría andar en la calle desenmascarando a los delincuentes que se aprovechan de esta pandemia?

Sí, de hecho lo sigo haciendo. Pero me preocupa la violencia, no sólo de los delincuentes, también de cómo está reaccionando la gente. Esto último es un síntoma inequívoco de que las instituciones no están funcionando como quisiéramos.

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