No había pasado ni una semana del caso del abogado de Gasco en el Lago Ranco y vuelve a las redes sociales otro episodio de prepotencia, abuso y maltrato, también por un abogado. Antes de ayer, Carolina Olivares, la denunciante, asistió al matinal donde participo, y pude escuchar su versión. Sólo había visto los videos y no me queda otra conclusión que este tipo puede tener un trastorno del ánimo no tratado, sin medicamentos ni terapias realizadas por un médico psiquiatra. Siendo así, no justifica en lo más mínimo su comportamiento, obviamente, pero creo que es distinto al caso del señor Pérez quien se equivocó al sacar de una playa "pública" a esas señoras, pensando que ese sector era de su propiedad.
Rosselot demostró ser el típico pedante, "poco inteligente" (por no decirle imbécil, porque insisto en mi teoría de que está enfermo) que cree que porque alguna vez "perteneció a"..., o se autodenomina "de los 50 mejores abogados de Chile", o dice pertenecer al directorio de un supermercado del cual no lo es hace más de diez años, o porque simplemente tuvo mejores estudios que la niña maltratada, dueña de la tienda del famoso helado, ¿puede actuar así? No, señor. Hágase ver por un especialista, y lo más triste de todo es que estaba con su hija, lindo ejemplo para ella.