Fernanda le saca el jugo a su talento para comunicar, luchando por la igualdad y justicia. Hace un año creó la Fundación Otro Chile y desde ahí trabaja por un país más humano. "Me moviliza la rabia, la injusticia", sentencia.
Si hay que animar un evento, una reunión social, un bingo, Fernanda Cornejo Doggenweiler lo hace sin problema. Sea cual fuere el escenario, toma un micrófono y le fluye la herencia de su mamá, una las conductoras más importantes de Chile.
Fernanda es la hija mayor (23) de Karen Doggenweiler y lleva en la sangre la facilidad para expresarse en público, tiene una excelente oratoria y no se achica ante nada.
Para el día de la madre animó un show social en Quinta Normal y sacó aplausos. "Lo hicimos (con su pololo), tuvimos que parchar, jajajá, pero no es mi fuerte, lo mío va por otro lado totalmente distinto", se apura en aclarar la estudiante de Ciencias Políticas.
Ese "otro lado" es la justicia social, muy lejos del glamour y las luces de la pega de su famosa progenitora. Hace un año creó Fundación otro Chile, de la cual es directora. "¡Súmate a la construcción de un país diferente, uno en el que la injusticia y la desigualdad, no existan. Súmate a fundar", dice el eslogan de esta organización en la cual la universitaria trabaja intensamente para tener un país mejor.
Esa labor la tiene recorriendo juntas de vecinos, comunidades de inmigrantes, sectores vulnerables, capacitando gente, metiéndose en proyectos de desarrollo sostenible. "Hemos ido a colegios a hablar de feminismo, ciclos de charlas para migrantes... Y lo hacemos porque, por ejemplo, se ha teorizado bastante sobre feminismo, de quien es más feminista que la otra, pero nadie ha ido donde las papas queman, que son las zonas más vulnerables del país".
- ¿Qué te motivó a tomar este rumbo tan social?
- Todo. Las desigualdades son constantes, la sociedad chilena es muy dinámica y es muy difícil encasillarse en algo. Me moviliza la rabia, la injusticia. Me carga la desigualdad y hay que unir fuerzas contra ello.
- ¿La gente que va a tus charlas, que te ve en terreno, se da cuenta que eres hija de Karen?
- Me ha pasado, es inevitable, somos bien parecidas, pero esto no lo hago para posicionarme, es porque de verdad creo que los problemas y necesidades están ahí. Hay muchos voluntarios, no siempre soy yo la que va a todo. Son muchas caras comprometidas con este proyecto.
- ¿En esta lucha, te ha ayudado tener una mamá famosa?
- Sinceramente, no tengo cómo comparar sin ser hija de ella o siéndolo. Las redes que nosotros hemos tejido han sido desde el anonimato, desde la formación de cada uno de los que componemos la fundación.
- ¿Qué dice ella de esta hija con enorme conciencia ciudadana?
- Mi mamá siempre ha sido crítica y política en sus posturas. Tanto ella como Marco me formaron en la visión de una sociedad más justa, de pelear por los derechos. Mi mamá está feliz y me pregunta harto en qué estoy en la fundación, es bien curiosa de esas cosas y para ella es un orgullo.
- ¿La televisión te tincó alguna vez?
- A mí nunca me gustó, ni me llamó la atención la televisión tradicional, pero sí soy muy fan de comunicar cosas a través de ella. Creo en el poder de los medios y aplaudo mucho que hoy existan tantos canales de información en internet, las redes sociales, que pueden visualizar las problemáticas. Que no nos quedemos solo con los diarios y medios de algunos poderosos. Ahora todos somos prensa.
¿Carrera política?
- ¿Esto es la antesala de una carrera política, estamos frente a una futura presidenta de Chile?
- ¡Te imaginas! Para mí lo electoral no es tema. Además, me carga el colgarse de problemáticas sociales para hacer carrera política. Si algún día hago algo así, no sería aprovechándome de este tipo de situaciones. La fundación hoy es mi mayor militancia y estoy totalmente abocada a eso.
- ¿Cuáles son las necesidades y desigualdades que más te chocan?
- Es todo, pero por dar un ejemplo, hemos detectado que en el tema de migración hay una tremenda falta de información... No hay información sobre sus derechos, deberes, no saben dónde acudir si es que tienen algún accidente. No saben cómo obtener la ciudadanía. Son una serie de situaciones bastante injustas. Nosotros somos los portavoces, a muy pequeña escala, de visibilizar estos derechos humanos, universales.