En poco tiempo, la ex modelo y esposa de Hotuiti ha crecido como empresaria y se esmera por aportar a la isla en las áreas de turismo, cultura y educación.
Francisca Ayala lleva un año y medio viviendo en Rapa Nui, muy lejos de las cámaras, las pasarelas y lo cahuines faranduleros, pero es como si fuera una vida entera... Y no es porque se le haga tedioso su nuevo hogar; al contrario, es feliz y está completamente acostumbrada a los moais.
El tema es que en su corta estancia, Fran ha hecho de todo y va por más. Con Hotuiti, su esposo y actual presidente de la Cámara de Turismo de la isla, apenas llegaron echaron a andar un hotel boutique, el "Hare Nua", que empezó con timidez, pero que al poco tiempo se hizo de un nombre potente y hoy para alojarse hay que reservar con mucha anticipación. También crearon el servicio de "matrimonios ancestrales".
La ex modelo es la gerente general del recinto hotelero y hasta martillea para que el lugar sea cada día más lindo, acogedor, y los pasajeros se vayan contentos.
Fuera de ese perímetro se las ingenia en cómo aportar a la comunidad, y en esa búsqueda se embarcó en un proyecto que la tiene llena de orgullo. "Parto el 1 marzo con algo nuevo, voy a hacer una escuela Montessori acá en la isla... Voy a ser la directora", cuenta sobre su incursión en la educación.
Montessori es un método de enseñanza distinto al convencional, basado en un aprendizaje más libre y donde se potencian las habilidades de los niños, y Fran hizo las gestiones para instaurarlo en el "ombligo del mundo". "Hay varios apoderados y familias que se están incorporando a esto", explica sobre la iniciativa, agregando que el sistema se implementará respetando y mezclando la cultura Rapa Nui. "Me gusta hacer hartas cosas para la comunidad, y esta escuela será una alternativa más acá", argumenta.
- Con tantas labores, parece que te quedarás para siempre por allá.
Es un cambio radical, acá es otra vida, mucho contacto con la naturaleza, el mar. Mi hijo mayor viene cuando está de vacaciones (está en la universidad) y nosotros también vamos a Santiago. Me gusta harto estar acá. Estamos muy felices viviendo, tranquilos, con nuestro hotel boutique, donde vienen casi sólo extranjeros. Es un hotel con desayuno orgánico, bien natural, un mini oasis, al cual le hemos hecho muchos cambios, por ejemplo, ahora tenemos piscina.
- Varios famosos han subido fotos en tu hotel. ¿Pagan o van a pegar en la pera?
Las dos cosas, jajajá. Ha venido Lucho Jara con sus hijos, Sole Onetto, el jugador de fútbol (Diego) Rivarola. De la política ha venido Felipe Kast, muchos alcaldes, de la embajada de Italia, de todos los lugares.
- ¿Algún conocido ha dado problemas?
Mmm, jajajá, no me han tocado cosas tan terribles. En lo que sí he tenido que tener harto ojo es en los turistas de otras culturas, que tienen gustos muy diferentes y hay que atenderlas. Por ejemplo, los chinos comen carne al desayuno. Así he ido aprendiendo, jajajá.
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